

La demolición de Flex, en Gijón, se ejecutará en una primera fase con robots para evitar daños a las viviendas y naves colindantes
La empresa adjudicataria, que ya ha iniciado la limpieza interior de la vieja fábrica de colchones, realizará catas previas para localizar residuos peligrosos como fibrocemento y desenterrará un depósito de combustible
La demolición de la vieja fábrica de Flex, en La Calzada, ya está en marcha y dada su complejidad se ejecutará en una primera ... fase con robots para garantizar la seguridad de las viviendas y naves colindantes. También se realizarán catas previas para localizar residuos peligrosos como tuberías de fibrocemento y se desenterrará con una excavadora un depósito de gasoil que suministraba combustible a esas instalaciones que llevan cerradas 25 años.
Desde el pasado lunes la empresa adjudicataria, Hercal Diggers, está con labores de limpieza interior. «Vamos a retirar las maderas, los plásticos y las ventanas. La idea es dejar el edificio en su estructura para empezar con la demolición propiamente dicha», explicó Hugo Álvarez, director de producción de la empresa, quien cuantificó en 45.000 metros cúbicos la edificación a demoler.
El desmantelamiento de la antigua fábrica de colchones se hará en diferentes fases. En la primera de ellas, la técnica de demolición será manual con ayuda de robots. El complejo de Flex está prácticamente pegado a unas naves que hay en la fachada que da a la avenida Príncipe de Asturias y los robots se emplearán para separar esa parte de la estructura de dichas naves. «Cuando hayamos bajado una o dos plantas vendremos ya con la maquinaria pesada, de brazo largo, y empezaremos la demolición de arriba a abajo en un plazo aproximado de dos meses», explicó Álvarez. Esta parte de la actuación se quiere hacer desde la propia parcela para entorpecer lo mínimo posible el tráfico en la zona.
La alcaldesa, Carmen Moriyón, y el concejal de Urbanismo, Jesús Martínez Salvador, dieron este mediodía con su visita el pistoletazo de salida a unas obras de derribo que se prolongarán como mínimo cuatro meses y costarán 700.000 euros (impuestos incluidos).
«Es un día muy satisfactorio y estamos muy contentos de poner fin a un problema que llevaba muchos años estando pendiente», destacó el concejal de Urbanismo. «Este gobierno tiene algo que quiero dejar muy claro. Cuando encuentra un problema lo afronta y lo soluciona. Nos encontramos con un edificio que generaba problemas para la salud de los vecinos, por desprendimientos, y que era un problema de seguridad», prosiguió Martínez Salvador.
«No nos limitamos a mandar una orden de ejecución o de disciplina urbanística a un propietario, sino que fuimos, hablamos con él y le dijimos que lo íbamos a hacer nosotros», puso de relieve el concejal. En ese sentido, recordó que el Ayuntamiento decidió actuar para acortar los plazos y sufragar el coste de la demolición para posteriormente exigir el pago a la propietaria del terreno, una entidad bancaria. «Los vecinos de la zona oeste no están acostumbrados más que a recibir palos de otras administraciones como el fiasco del vial de Jove. En este caso queremos dejar claro el compromiso de este gobierno municipal que en aquello que dependa de este gobierno estaremos siempre con ellos», concluyó el concejal de Foro.
Satisfacción vecinal en La Calzada
Por su parte, la alcaldesa se mostró agradecida a las técnicas de Disciplina Urbanística, que también se acercaron a visitar el inicio de las obras, por el trabajo desarrollado para sacar adelante el complejo expediente para el derribo. «No era un problema presupuestario. El compromiso político por el Ayuntamiento y el presupuesto son cosas que se pueden asumir, como adelantar el dinero para hacerlo lo más rápidamente posible», sentenció Moriyón.
Los vecinos de La Calzada piden minimizar los problemas asociados a los trabajos de derribo y manifestaron este mediodía su «satisfacción» por unas obras «en una zona que se había vuelto completamente insalubre y peligrosa». De cara al futuro, desde la asociación vecinal Alfonso Camín se propone que la parcela liberada se utilice como un aparcamiento provisional al estilo de lo hecho en su momento con el solar de Peritos. Su presidente, Carlos Arias recuerda que hay un déficit importante de plazas en el barrio. A medio plazo, esperan que se construyan viviendas, uso definido en el PGO. Comparte ese deseo el concejal de urbanismo. Martínez Salvador confía en que el terreno genere el interés de los inversores porque, añade, no es una parcela de titularidad municipal y por lo tanto no es el Ayuntamiento quien puede intervenir. Reprocha al PSOE que les haya exigido su compra.
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