La fiesta universitaria que acabó en un desalojo de un bar de Gijón
Los agentes de la Policía contaron 634 personas, cuando el máximo es de 299. También denunciaron incumplimientos de las medidas sanitarias
Prometía ser una gran fiesta universitaria que además ayudaría a sufragar el viaje de estudios del alumnado del último curso de Ingeniería de la Escuela Politécnica, pero la noche terminó abruptamente cuando la Policía Local se presentó en La Buena Vida, en Fomento, sancionó al local por duplicar el aforo permitido y denunció varios incumplimientos de las medidas sanitarias, pues como se puede ver en los vídeos a los que ha tenido acceso EL COMERCIO prácticamente nadie usaba la mascarilla, obligatoria en interiores.
Según cuenta uno de los asistentes al 'jueves universitario', este discurría con aparente normalidad cuando alrededor de las dos de la madrugada el DJ paró su sesión para advertir por megafonía de que la Policía Local se encontraba en el exterior del establecimiento y pidió a los asistentes que siguieran a los camareros hacia una de las salidas traseras del local. Los agentes habían acudido al bar alertados por los propios clientes, que aseguraban no poder acceder al interior del local pese a haber adquirido la entrada.
Los jóvenes afirmaban que se había vendido un número de entradas que excedía en seis veces el aforo máximo del establecimiento, por lo que hubo muchos que se quedaron fuera de la fiesta. Todo ello pese a que los agentes personados en el lugar comprobaron que en el interior del negocio había ya 634 personas, más del doble de las 299 que según la Policía Local tenía estipulado como máximo.
Explicaciones de la empresa
Los agentes propusieron el local para sanción por exceso de aforo. Uno de los propietarios asegura que la Policía Local no llegó a desalojar el bar. «Decidí yo mismo parar el evento porque los agentes estaban a la puerta, no dejaban entrar a la gente con entrada y se estaba generando tensión en el exterior», arguyó.
La empresa hostelera explica que hace casi un año solicitaron la licencia de discoteca y acometieron una importante reforma para adecuar el local a las exigencias de un aforo máximo de 659 personas, incluyendo la apertura de una nueva salida de emergencias y la dotación de un completo sistema contra incendios, por lo que según su versión el local estaría preparado para albergar incluso a más de las 634 personas que contabilizó la Policía Local. Sin embargo, precisan que su expediente aún no ha sido resuelto.
«Siendo conscientes de que debemos tener la licencia para desarrollar la actividad con el aforo solicitado, no es de recibo que el Ayuntamiento tarde un año, hasta ahora, para resolver un expediente como este», señalan los responsables del local sancionado.
«Las inversiones se realizan y se necesita ponerlas en valor. El Ayuntamiento de Gijón no parece consciente de esto y no parece un problema aislado, sino algo absolutamente generalizado en el sector y con las licencias en general. Los rechazos son insoportables», insisten.