Gijón

El Albergue Covadonga incorporará a su fachada un revestimiento traslúcido

Los arquitectos plasmarán primero en un anteproyecto el espíritu del lema 'acoger, cobijar y abrazar' que define la propuesta con la que ganaron el contrato y en septiembre u octubre esperan tener concluido el proyecto definitivo que responda al programa de necesidades que establece el Ayuntamiento y que servirá de base para licitar las obras de remodelación del albergue con un presupuesto máximo de 5,6 millones de euros.

Maximiliano de la Rasilla Coloma asegura que «la estructura del edificio se mantendrá al máximo, reforzándose allí donde sea necesario y se rehará todo por dentro para facilitar una nueva distribución más funcional». No habrá recrecidos del inmueble para que gane altura, pero aun así el albergue experimentará un cambio estético radical en virtud del cual perderá su tosca fachada de ladrillo actual, que pasará a ser ventilada y tendrá un diseño acorde con todos los nuevos edificios que se están construyendo en su entorno.

Los arquitectos apuestan por abrir más huecos en el exterior y revestir el edificio con un material traslúcido que lo haga permeable a la luz y al mismo tiempo garantice la privacidad y la seguridad en el interior del inmueble.

Otra de las ideas que tienen claras en el estudio Rasilla Coloma es que el nuevo albergue va a ser «un edificio introvertido y volcado hacia un gran patio central interior, como un claustro, que se cerrará a la calle». Con la remodelación proyectada el equipamiento asistencial se convertirá en un bloque de manzana cerrada, el patio dejará de tener un frente abierto al aparcamiento y sus instalaciones serán más herméticas, aunque no tanto como, por ejemplo, la sede de Proyecto Hombre en El Natahoyo.

La propuesta de reforma también definirá tres accesos independientes, uno a cada calle, para el área específica de albergue, el centro de baja exigencia y un espacio configurado como centro social.

Las habitaciones del nuevo albergue serán dobles o individuales –ahora son triples– y con baño propio, diferenciando por plantas las destinadas a la corta o a la media estancia. En la planta baja habrá aseos accesibles, una sala polivalente para talleres, charlas y programas de ocio, zona de lavado de ropa de uso autónomo, zona de espera para mascotas y taquillas con cargador para el móvil. El taller de velas tendrá acceso desde la calle y será 'polivalente' para formación laboral y en el de cocina se dará la posibilidad a los usuarios de elaborar su propia comida.

Además del rediseño del patio como nuevo espacio neurálgico, el comedor del albergue deberá poder usarse como sala de exposiciones o para reuniones vecinales. De hecho, uno de los objetivos de la reforma es abrir el edificio al vecindario y lograr a través de la Unidad de Calle «disminuir al máximo las dinámicas de botellones, violencia, consumo de drogas y ociosidad de grupos en el exterior».

La Fundación Municipal de Servicios Sociales está trabajando ya en un plan de contingencia para el traslado provisional de los trabajadores y usuarios durante el aproximadamente año y medio que durarán las obras. Estas arrancarán en 2026 y se prolongarán hasta finales de 2027 o principios de 2028.