Nuevo bus eléctrico de la línea 4 de Gijón
«Va muy suave, sin tirones y con una buena frenada»El conductor alaba el bus eléctrico de la línea 4 de Gijón en su estreno, los usuarios se extrañan por sus pitidos y Pelayo Barcia resalta «el confort y la sostenibilidad»
Al volante de 'Busi', uno de los seis vehículos cien por cien eléctricos que EMTUSA incorporó recientemente a su flota y que este lunes ... circularon por primera vez por Gijón, Carlos Duque, conductor con diecisiete años de experiencia, se mostraba satisfecho de la conducción. «Me está sorprendiendo para bien. Tiene muchas cosas nuevas, muchos sensores, no tiene espejos retrovisores sino cámaras, pero me estoy haciendo a él muy rápido. El bus va muy suave, no da tirones al salir y tiene muy buena frenada», enumeraba sus ventajas.
Entre los pasajeros que ayer, en su día de estreno, se subieron a este bus de la línea 4 –la que va de El Lauredal al campus universitario– estuvieron la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, y los concejales de Tráfico, Movilidad y Transporte Público, Pelayo Barcia, y Hacienda, María Mitre. «Es un viaje muy silencioso, que es uno de los objetivos de los vehículos eléctricos: ganar en confort para los pasajeros, en sostenibilidad medioambiental y en ahorro económico», subrayó Barcia. Moriyón destacó que «lo importante es que EMTUSA afronta un futuro a corto plazo tranquilizador» porque «tenemos un plan financiero» que evita que la renovación de la flota dependa «de si se aprueban o no los presupuestos».
La siguiente remesa de autobuses llegará a finales de año: cuatro eléctricos –que irán a la línea 10– y tres híbridos –para la 1 y otras líneas–. Los siete, de la marca Irizar. Los estrenados ayer son Solaris, tienen una vida útil de quince años y, a decir de los usuarios, subir a ellos es «como entrar en el futuro». Esa fue la impresión que se llevaron Pablo Díaz, Ignacio Lorenzo y Pablo González, alumnos de la Escuela Politécnica de Ingeniería (EPI).
Pese a tener 26 asientos y espacio para otros 46 pasajeros de pie, había a quien le resultaba «más pequeño» e «incómodo», por estar dispuestos, ocho de los asientos, en contra marcha. Otro futuro ingeniero, Daniel García, destacaba la importancia de que la empresa municipal EMTUSA «apueste por la movilidad eléctrica» al tiempo que buscaba una explicación a tanta alerta sonora como se escucha en el autobús: «Supongo que será por normativa».
Los pitidos forman parte del sistema de asistencia al conductor que llevan integrado los vehículos para alertar de una posible colisión o de la presencia de peatones, incluso «si te sales de la línea del carril bus», anotó Duque que, tras más de seis horas de conducción señalaba el volumen de batería aún disponible: el 83%.
Vega y la línea 16
Por otro lado, la asociación de vecinos San Emiliano de Vega reiteró ayer su «oposición total» a un cambio en la línea 16 que implique su entrada en Nuevo Roces por los retrasos que eso supondría en los actuales tiempos. «No nos oponemos a la mejora del transporte público en otros barrios, pero esas mejoras no pueden hacerse a base de perjudicar a nuestra parroquia».
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