Gijón intensificará en verano el control para sacar bicis y patinetes de las aceras

«Vamos a intentar que este verano no haya bicicletas ni patinetes por las aceras». Es el reto que se marca la Concejalía de Medio Ambiente y Movilidad ante la previsible proliferación de estos vehículos con la llegada del buen tiempo, dada la necesidad de «proteger» al peatón como elemento más débil de la cadena de movilidad. «Igual que con la creación de ciclocarriles con velocidad limitada pretendemos que las bicis vayan más seguras por la calzada, por donde en cualquier caso ya tenían derecho a circular, también intentaremos que los peatones se sientan seguros en las aceras», apunta el concejal Aurelio Martín, quien prepara ya en colaboración con la de Seguridad Ciudadana un refuerzo del control sobre la presencia en espacios peatonales de ciclistas y usuarios de patinetes eléctricos. «Es una de las quejas que más recibimos, sobre todo por parte de la gente mayor. Y no solo se trata de evitar atropellos, sino también sustos», añade.

La previsión es poner en marcha una primera campaña informativa, orientada a concienciar sobre el riesgo que supone para los peatones el uso de estos vehículos por las aceras, en muchas ocasiones a gran velocidad, y sobre la normativa vigente al respecto, para más adelante dar paso directamente a las sanciones. Tanto la ordenanza municipal vigente como el Reglamento General de Circulación recogen expresamente que «la circulación de toda clase de vehículos en ningún caso deberá efectuarse por las aceras». Esta restricción afecta directamente a las bicicletas y, según una instrucción aprobada en diciembre por la DGT, también a los denominados 'vehículos de movilidad personal', esto es, patinetes eléctricos y similares. «Cabe la excepción únicamente cuando se trate de monopatines o patines que circulen exclusivamente a paso de persona», matiza el documento. La sanción a la que se enfrentan ciclistas y usuarios de patinetes eléctricos que transiten por la acera asciende a 200 euros, al ser considerada una infracción grave. Quedarían excluidos de esta prohibición tramos identificados como acera-bici como el de la calle Rodríguez San Pedro.

La Concejalía de Movilidad, no obstante, es consciente del incremento de bicicletas en la calle desde el inicio del desconfinamiento. «Hay muchas más, y llegará un momento, como el año pasado, en el que también habrá más patinetes eléctricos». Por eso trata de facilitarles el uso de la calzada, como un espacio añadido a la red de carriles bici, a través de medidas de pacificación como la creación de ciclocarriles con velocidad limitada a 30 kilómetros por hora. «No nos estamos inventando nada, porque los ciclistas ya tienen todo el derecho a ir por la calzada. Pero lo mismo que queremos proteger el derecho de los peatones a que una bici no los atropelle, también queremos proteger el derecho de los ciclistas a que no les atropelle un coche. El objetivo es que la gente escoja la movilidad que quiera, pero que la que elija sea una movilidad segura y protegida, sea en coche, en bicicleta o a pie», explica Aurelio Martín.

Su área ultima la puesta en marcha de una campaña informativa sobre movilidad ciclista, que abordará asuntos como la «coexistencia» entre vehículos motorizados y bicicletas. El viernes se presentará en la comisión de Movilidad y en breve podrá verse en mupis y folletos. En septiembre, coincidiendo con la Semana de la Movilidad, se impulsarán 'biciescuelas' orientadas principalmente a quienes a raíz de la crisis sanitaria empiezan a ver en la bicicleta una alternativa de transporte para sus desplazamientos urbanos.