
Golpe a los pisos prostíbulo: dos detenidos en Gijón que captaban a mujeres en Colombia y las pegaban si se negaban a atender a los clientes
La Policía Nacional desarticula una organización criminal que explotaba sexualmente a 18 víctimas en seis comunidades autónomas
P. Álvarez
Gijón
Martes, 24 de junio 2025, 11:13
Las captaban en Colombia bajo la promesa de trabajar en España, pero después les reclamaban deudas que iban desde los 3.000 hasta los 8.000 euros y para saldarlas les obligaban a ejercer la prostitución sin descanso. Tenían que estar disponibles para los clientes 24 horas al día, siete días a la semana y si se negaban, aunque fuese por cuestiones de salud, las golpeaban. La Policía Nacional ha acabado con la explotación sexual que cinco personas ejercían sobre 18 mujeres colombianas en pisos prostíbulo de seis comunidades autónomas, entre ellas Asturias. Los agentes han desarticulado una organización criminal que se ha saldado con tres personas arrestadas en Bilbao y otras dos en Gijón, dos de las cuales han ingresado en prisión provisional. Además, se han realizado siete registros domiciliarios y se ha ordenado la clausura judicial de seis inmuebles.
La investigación policial comenzó en septiembre de 2024, a raíz del testimonio de una víctima que denunció haber sido engañada y traficada desde Colombia hasta Santander, donde terminó siendo explotada sexualmente. A partir de esta declaración, los agentes iniciaron numerosas pesquisas que permitieron identificar una estructura criminal inicialmente compuesta por cinco individuos que, con el tiempo, evolucionó hacia tres ramas independientes, cada una con autonomía para continuar las actividades delictivas, pero manteniendo colaboración entre ellas. Su actividad era itinerante, gestionando pisos de forma temporal o estable en las comunidades autónomas de Asturias (Oviedo y Gijón), Galicia (A Coruña), Cantabria (Santander), País Vasco (Bilbao, San Sebastián, Vitoria), Navarra (Pamplona) y Castilla y León (Burgos, León y Ponferrada).
Las víctimas, en situación de extrema vulnerabilidad, eran captadas en Colombia por una de las principales investigadas. El entramado les prometía trabajos bien remunerados o mejoras económicas en nuestro país, y una vez aceptaban, les facilitaban los billetes de avión y una cantidad de dinero para sortear el control fronterizo haciéndoles pasar por turistas.
Se quedaban con la mitad del dinero de las víctimas
Al llegar a España, las mujeres recibían instrucciones precisas para llegar a las ciudades donde serían explotadas. Allí, les retiraban el pasaporte e inmediatamente eran informadas de una supuesta deuda contraída con la organización, que oscilaba entre 3.000 y 4.500 euros —aunque una de las víctimas llegó a pagar hasta 8.000 euros—, y que debía ser saldada a través de servicios sexuales. Tras pagar la deuda, y sin otra alternativa de subsistencia, las víctimas continuaban ejerciendo la prostitución con un reparto del 50% del beneficio, motivo por el cual no llegaban a desvincularse de la organización.
Las mujeres estaban obligadas a estar disponibles las 24 horas del día, siete días a la semana, sin posibilidad de negarse a atender a los clientes, y eran sometidas a una rotación quincenal entre los pisos que controlaba el entramado, lo que dificultaba su asentamiento y aumentaba su vulnerabilidad.
La investigación también desveló que las víctimas sufrían agresiones físicas cuando se negaban a trabajar, incluso por razones de salud. Además, la organización obligaba al consumo de sustancias estupefacientes para aumentar el tiempo de prestación de servicios sexuales, y ofrecía dichas sustancias como gancho en los anuncios publicitarios que utilizaba para captar clientes.
La red también las obligaba a abrir cuentas bancarias en su nombre, que luego eran utilizadas por los miembros de la organización para mover el dinero de forma encubierta, desvinculándose aparentemente de los beneficios de la explotación.
Durante la operación policial se llevaron a cabo registros en siete inmuebles, donde se intervinieron 12.245 euros en efectivo, nueve teléfonos móviles y abundante documentación incriminatoria. Además, fueron bloqueadas 10 cuentas bancarias utilizadas por los delincuentes para canalizar los beneficios obtenidos de la explotación sexual.
La Policía Nacional cuenta con la línea telefónica 900105090 y el correo trata@policia.es para facilitar la colaboración ciudadana y la denuncia, anónima y confidencial de este tipo de delitos, no quedando reflejada la llamada en la factura telefónica.
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