Un herido tras incendiarse el restaurante de Alcampo, que tuvo que ser desalojado

Un hombre resultó herido en la tarde de ayer como consecuencia de un incendio en el restaurante ubicado en el supermercado Alcampo, en Porceyo. Los hechos ocurrieron minutos antes de las seis de la tarde, cuando una freidora entraba en combustión y daba lugar a las llamas. Inmediatamente, los detectores de humo activaron la alarma y pusieron en funcionamiento los rociadores instalados en la cocina, los cuales comenzaron a expulsar agua para tratar de contener el fuego. Conscientes del peligro, los encargados del negocio se apresuraron a desalojar el local. Mientras, testigos de lo ocurrido dieron aviso a los servicios de emergencia.

Una dotación de Bomberos, cuyo parque se encuentra a escasos kilómetros del centro comercial, varias patrullas de la Policía Local y una ambulancia se personaron a los pocos minutos en el lugar de los hechos. Tras comprobar que no existía ningún peligro estructural y que el avance de las llamas había sido contenido por los propios sistemas de extinción con los que contaba el local, los Bomberos procedieron a apagar el fuego de la cocina, el único espacio afectado. Estas labores de extinción obligaron a rociar con agua toda la zona de entrada al centro comercial, que quedó totalmente anegada.

Por su parte, los sanitarios procedieron a atender a uno de los trabajadores del restaurante, quien presentaba signos de intoxicación por inhalación de humo. Pese a que estaba perfectamente consciente y no refería ningún otro dolor ni quemadura alguna, tras comprobar sus dificultades para respirar, los facultativos decretaron su traslado al Hospital de Cabueñes, donde le fueron realizadas las pruebas pertinentes a fin descartar un daño mayor. «Fue más el escándalo del agua que otra cosa», comentaba por su parte uno de los encargados del local.

Pese a que en un primer momento se sopesó evacuar el centro comercial al completo, tanto la Policía Local como los Bomberos descartaron esta posibilidad nada más llegar al lugar y comprobar el mínimo impacto del incendio sobre el resto del edificio. De lo que sí se tuvieron que encargar los empleados del supermercado fue de achicar todo el agua que se había acumulado en la entrada, la cual quedó completamente anegada. Más de una decena de trabajadores se quedó limpiando la zona, concretamente el suelo de la entrada, durante horas, una vez se marcharon los servicios de emergencias. El suceso causó gran revuelo entre los clientes del supermercado.