Un 'hotel de gatos' junto a Tabacalera
Las gateras instaladas de forma anónima en Cimavilla dividen a los vecinos. Unos aplauden la medida de protección; otros la ven insalubre
LUCÍA BARRIO
GIJÓN.
Miércoles, 8 de diciembre 2021
Un 'hotel de gatos' junto al edificio de Tabacalera. En Cimavilla reciben con disparidad de opiniones a estos singulares vecinos, aunque en general lamentan que la antigua fábrica de tabacos siga sin usos, pendiente de unas obras «que no llegan». La colocación de unas gateras en el exterior del inmueble por parte de algunos vecinos enfada a quienes les gustaría ver esta zona con su complejo cultural en marcha. Otros aceptan de mejor grado las nuevas casas para mininos. «Aquí siempre hubo gatos, pero ya que les monten estas casas, me parece demasiado», apunta Casimiro García, de 70 años, quien añade: «A mí los gatos no me estorban pero no me parece bien que estén ahí con casas y todo».
En la misma línea se posiciona Lud Wig, también vecino del barrio, quien considera que existen espacios mucho más adecuados para que permanezcan los felinos: «No me parece bien que estén aquí, pero llevan toda la vida dándoles de comer y no podemos ponernos a pelear entre los vecinos», comenta.
Mala imagen para el turismo
A otro afectado, José Alonso, tampoco le parece bien este tipo de acciones por parte de sus vecinos: «No queda bien, sobre todo de cara al turismo». Sostiene que a él personalmente no le supone un estorbo que los gatos estén ahí, lo que realmente le produce un trastorno en su día a día es el alboroto nocturno que se produce cada madrugada en las inmediaciones de su casa: «Lo que sí me molesta es la gente pegando gritos a las dos y tres de la mañana y nadie puede hacer nada», reprocha.
En la posición contraria se sitúa José Luis Medina, quien, como trabajador de uno de los restaurantes de la plaza de Arturo Arias, donde también se ubica el edifico de la antigua tabacalera, pasa muchas horas diarias frente a esta colonia permanente. Explica que los vecinos les instalaron, además de diversas cajas para que duerman, otro espacio cerrado donde les ponen la comida cada día: «Parece un hotel, solo les falta venir al bar a comer un cachopo», bromea.
Para Medina, que los vecinos se ocupen de dar de comer a los gatos callejeros, es una buena forma de que estos no anden rondando por las terrazas de los bares de la zona y no estén tan abandonados: «Me parece bien que protejan a los animales, es mejor que estén ahí a que anden por todos lados», sostiene.
Asimismo, reflexiona que a pesar de que se trata de una zona de gran reclamo por los turistas todavía no se ha dado el caso de que algún visitante se haya quejado porque los gatos tengan su 'casa' ahí: «Muchos se sorprenden y nos preguntan si los tenemos encerrados». Las casetas de los gatos se encuentran tras las vallas del establecimiento junto a un cartel del Ayuntamiento en el que se especifica que esta se trata de una colonia legal y registrada.
La obra interminable
Tras tres décadas de debate sobre el futuro del edificio que albergaba la antigua fábrica de tabacos de Cimavilla -y cuyos trabajos de consolidación le costaron a las arcas municipales unos cuantos millones de euros-el nuevo Tabacalera Espacio de Cultura Contemporánea (TECC) aún ve lejana su apertura. Entretanto, la iniciativa de algunos vecinos del Barrio Alto ha propiciado la puesta en servicio de un 'hotel' gatuno que sorprende, para bien o para mal, a todo aquel que pasa a su lado.
