La Inmaculada llena su templo de Gijón en su día
Tras la misa por la patrona del colegio se inauguró el belén monumental, que estará abierto al público hasta el 7 de enero
La comunidad religiosa del Colegio de la Inmaculada de Gijón cumplió ayer con la tradición y honró a la patrona con una misa en la iglesia del centro, que se llenó de fieles y numerosos miembros de la comunidad colegial.
La eucaristía estuvo presidida por Alfredo Flórez, que contó con Javier Ortega como concelebrante, en ausencia del párroco de San Lorenzo, del que depende el templo, Jorge Cabal, que este año no pudo acompañar a la comunidad de los jesuitas en la festividad de la Inmaculada. La directora del colegio, Arancha Vega, fue la encargada de la monición de entrada, tras la que Flórez recordó el patronazgo sobre España que ostenta la Inmaculada. Tras la lectura del pasaje de la anunciación de María por el arcángel Gabriel del Evangelio de Lucas, el sacerdote hizo un repaso de las virtudes teologales de la Virgen María, que invitó a los presentes a imitar «para que el proyecto de Dios se haga realidad en nuestras vidas».
Tras la misa, el protagonismo lo cobró el belén monumental del colegio, que fue bendecido e inaugurado. Se trata de una representación del misterio en la colaboran numerosos estudiantes y sus familias bajo la coordinación del profesor Eusebio de la Vega, que estará abierto al público hasta el próximo 7 de enero.
Los horarios de visita son de 12.30 a 14 y de 17 a 20.30 horas. En enero, la apertura por las tardes se retrasa a las 18 horas. El belén, montado en un garaje al que se accede por la calle del Sagrado Corazón, tiene una superficie de 35 metros cuadrados y cuenta con iluminación gradual de día y noche. Entre los elemenos más destacados está la representación de un zoco al que no falta detalle.