Más bancos, menos terrazas y serenos diurnos para un Gijón «más amable con los mayores»

La concejala de Bienestar Social, Natalia González, presentará hoy el diagnóstico 'Gijón, ciudad amiga de las personas mayores', resultado de varias mesas de trabajo con personas mayores de 65 años, profesionales y entidades relacionadas con la atención a un sector de población cada vez más amplio. Su objetivo es «conocer el grado de adaptación de la ciudad a las necesidades de las personas mayores» y plantear medidas que permitan hacer de Gijón una ciudad «más amable» para ellas. Tras analizar cuestiones relacionadas con áreas como el urbanismo, el transporte, la vivienda, los servicios sociales y el respeto de la sociedad a los mayores, se presenta como conclusión un listado con 116 propuestas de acción a desarrollar «en tres años» para dar respuesta a las preocupaciones trasladadas por el centenar de participantes.

Uno de los apartados más densos es el correspondiente a los espacios y edificios públicos. El diagnóstico hace referencia a la necesidad de incrementar el número de baños públicos en zonas verdes y parques, así como mejorar su ubicación. También recomienda aumentar la presencia de bancos en la calle, mejorar el estado de calles y aceras -«su mal estado se traduce en una gran dificultad para moverse en silla de ruedas», retirar las rejillas de los alcorques de los árboles por el riesgo que entrañan para quienes utilizan bastones para apoyarse, hacer más accesibles los contenedores de basura y reducir el espacio destinado a las terrazas de hostelería. «Se cree que la peatonalización de la zona centro es más beneficiosa para la hostelería que para los peatones», recoge el documento. En cuanto al alumbrado, habla de «una distribución irregular» y un nivel insuficiente de iluminación a determinadas horas que «genera sensación de inseguridad y en algunos casos hace que las personas mayores regresen antes a sus casas o renuncien a salir».

También crea «inseguridad» la creciente presencia de bicicletas y patinetes en las aceras es otro asunto que despierta preocupación, por lo que se insta a regular su uso, garantizando la prioridad del peatón. En relación a la movilidad aparecen otras peticiones como aumentar la duración de la luz verde para peatones de los semáforos, al tiempo que se recoge el malestar por cómo es habitual que en los pasos de cebra «haya conductores poco respetuosos que usan el claxon para que las personas mayores que están cruzando aceleren el paso».

Promover la educación en valores y el respeto hacia la población mayor, de hecho, es otra de las iniciativas recogidas, aunque como medida de seguridad en los pasos regulados por semáforos se incluye además la petición para instalar «fotorrojos». Se estima conveniente, no obstante, el fomento de cursos de seguridad vial para peatones.

A EMTUSA van dirigidas propuestas como una mayor cobertura de la zona rural, con más líneas y frecuencias. También que aumente los asientos reservados a personas con movilidad reducida, mejore el mantenimiento de las marquesinas, aumente el tamaño de la letra de los planos de ruta y las pantallas de información y garantice la accesibilidad a todos sus autobuses, además de la puesta en marcha de «acciones formativas para el personal de conducción en el trato hacia las personas mayores». En el apartado de transporte se plantea aumentar los taxis adaptados para no tener que solicitarlos con un día de antelación y elevar a tres horas el tiempo de aparcamiento en zona azul junto a los centros de salud.

En materia de seguridad, se apuesta asimismo por recuperar la policía de proximidad y que los serenos, un servicio «muy valorado», también trabajen por el día para, por ejemplo, acompañar a personas mayores a su casa.

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