El nacimiento de una idea
Se publicó en portada de EL COMERCIO la iniciativa de unas religiosas que podría haber dado origen al asilo Mariano Pola
Domingo, 9 de octubre 2022, 00:17
No era la primera vez que se hablaba del tema. Cuando murió Mariano Pola, en 1884, ya se había hecho público que en su testamento había dejado como legado «los recursos necesarios para llevarla a cabo». Pero trece años después, decíamos, no se había «realizado tan hermoso pensamiento» todavía. Y solo ahora se empezaba a materializar... o eso creíamos. Lo contamos en nuestra portada de hace 125 años: que «la Comunidad de religiosas del Buen Consejo, cuya Casa Noviciado se halla establecida en Astorga, está haciendo activas gestiones para llevar a cabo en Gijón el hermoso pensamiento de recoger, durante el día, a los niños de los obreros, mientras estos se encuentran dedicados al trabajo en las distintas industrias y fábricas».
Lo lógico era conectar ambas ideas. Por ello se diría, en EL COMERCIO, que lo más lógico sería que se pusieran de acuerdo, «para tal propósito, la referida Comunidad y los encargados de cumplir esta voluntad del señor Pola». Y también lo más natural. «En todos los pueblos civilizados de Europa, y principalmente en aquellos que por su carácter fabril e industrial cuentan con una numerosa población obrera, existen hoy día creaciones de esta índole, de cuyos beneficios pueden dar fe todas las madres que precisan acudir a los talleres para proveer el sostenimiento de su hogar».
Pocas ciudades como Gijón tan merecedoras de una Casa Asilo. Decían los rumores que el Ayuntamiento gijonés ayudaría a la noble acción con un donativo de mil duros y que los propietarios de las fábricas de Gijón, «penetrados de la importancia que tendría para sus obreros la creación de una Casa Asilo de esta naturaleza, están dispuestos a prestar a la obra su valiosa cooperación». Cuanto más, cuando las religiosas prometían recoger, además, «a las jóvenes abandonadas, que, expuestas a las asechanzas del vicio, van caminando hacia su ruina moral». Hoy sabemos, sin embargo, que el Asilo Pola tardó un poco más que eso en nacer; que lo hizo, en 1908, de la mano de las Hermanas de Caridad, y que las del Buen Consejo, en cambio, se fueron a Pravia. Las vueltas que da la vida.
