Un paciente cada menos de cinco minutos: los efectos de la pandemia en los centros de salud

Las agendas telefónicas se organizan con citas «cada cinco minutos, pero luego fuerzan consultas intermedias». ¿Conclusión? «Vemos un enfermo cada menos de cinco minutos», precisa Alberdi. Precisamente, una encuesta realizada tras analizar agendas de varios facultativos de Primaria del Simpa (entre el 20 y el 22 de enero pasado) revela una situación «insostenible», señala Carlos Fernández Moro. El sindicato de enfermería Satse, asimismo, también habla de un incremento de la carga de trabajo que complica su día a día. La situación «no puede continuar así», clama el personal, que urge refuerzos y una mayor organización. Precisamente, la encuesta en la que participaron 209 profesionales de Primaria refleja la existencia «muchas citas forzadas -es decir, de consultas impuestas una vez cerrada la agenda-». En esa situación está el 86% de los médicos.

También se observa la falta de uniformidad de las agendas médicas de Primaria de Asturias por la presencia de más huecos de citas de los que las instrucciones de la gerencia del Sespa fijó recientemente. «Cada día empeoramos un poco más. Es una situación insostenible», insiste el responsable de Atención Primaria en el Simpa, Carlos Fernández Moro. «Las agendas están al cien por cien, hay incluso actividad del 130-140%. Llevamos negociando con el Sespa desde marzo para abrir consultas con voluntarios por las tardes, pero cuando lo hacen después no les pagan porque argumentan que no pidieron consentimiento para hacerlo y que ha sido de forma voluntaria», indican los afectados. Esta «saturación» va minando al personal sanitario y también a los pacientes.

Las consultas telefónicas tampoco son del gusto de todos y buena parte de los profesionales considera que genera un exceso de «estrés» a los médicos dado que hace más complicado atender a los pacientes. Especialmente, en el caso de personas mayores con dificultades auditivas. A los enfermos «tampos les gusta mucho este sistema», reconocen los profesionales.

De hecho, los usuarios tienen más quejas y quieren que se encuentren soluciones. La Federación de Asociaciones Vecinales (FAV) ha puesto en marcha esa consulta popular a través de la cual se pretende conocer «tanto las quejas concretas de los usuarios como planteamientos» que puedan ayudar a mejorar la atención. Así lo explica el presidente de la FAV, Manuel Cañete, quien asegura además que a día de hoy se siguen produciendo «unos retrasos enormes» a la hora de acceder a la Atención Primaria. Es más, la Federación Vecinal insiste en que hay centros de salud que todavía desconocen de cuánto dinero dispondrán porque desconocen las partidas presupuestarias que les han sido asignadas.

«Hay algo que hay que asumir ya: la capacidad de asunción de la situación del usuario. Llevamos ya un año de pandemia y la capacidad de asumir el confinamiento y las distintas medidas agota, ya que al final somos la sociedad, en general, la que estamos cargando con ello», sostiene el presidente de la FAV.

Por eso, asegura que «se requiere seriedad por parte de la Administración, ya que hay una demora sistemática y estamos pagando las consecuencias».

Desde el sindicato de enfermería, Satse, su representante, Belén Alonso, insiste en que ha aumentado la atención a domicilio, se efectúan más pruebas covid y, sobre todo, «no se sustituye al personal, lo que se traduce en unas agendas a tope».

Este dato se refleja en la encuesta realizada a los facultativos. '¿Cuántos médicos faltan en tu centro de salud?'. La respuesta fue: falta un médico en el 28,2% de los casos; dos, en el 36,9%, y en el 11,7 %, aseguran que faltan tres profesionales. Solo un 20,9% dice que el personal está al completo. No obstante, hay algún caso en el que llegan a faltar tres y cuatro profesionales. Belén Alonso matiza que esto viene de lejos: «Lo estamos padeciendo desde hace ya tiempo» y Atención Primaria tiene una carga de trabajo excesiva».

«Hay que apostar de una vez por la Atención Primaria», reivindica rotundo Manuel Cañete. «Es la que menos recursos tiene, la que más necesita y la que más beneficios otorga. Y, además, es en la que menos se invierte».

También considera que «los recursos que necesita no son muy elevados económicamente». Y advierte de las consecuencias que se generarán si no cambia algo. «Todo esto nos llevará a la necesidad de mucha ayuda psicológica», lamenta.