2023, un año clave para el Distrito de la Innovación

Dice el director general de Urbanismo del Ayuntamiento de Gijón, Gonzalo Canga, que con el de la ampliación del Parque Científico Tecnológico en el entorno de La Pecuaria ha batido el récord de agilidad de cualquier desarrollo urbanístico en el que hubiera trabajado antes. Y acto seguido, puntualiza: «Es el éxito de mucha gente». Han sido casi tres años los invertidos en un proyecto que se hará realidad en tres fases, la primera de las cuales se espera haya concluido en el último trimestre de 2023. Tras las aprobaciones definitivas del plan especial -en junio de este año- y el proyecto de urbanización -el pasado mes de septiembre-, se trabaja ahora en la redacción de los pliegos de la licitación de esa primera fase con la intención de que estén listos antes de que finalice el año y proceder a continuación a la adjudicación.

Serán ocho los meses de ejecución de unos trabajos que afectarán a una superficie total de 77.300 metros cuadrados y cuyo presupuesto se ha elevando en 700.000 euros, hasta los 5,2 millones de euros, para adaptarlos a la realidad actual del mercado. Los terrenos de esa primera fase son, por una parte, los ubicados frente al campo de béisbol de la Universidad Laboral, próximos a la glorieta de la avenida de la Pecuaria, y también la parcela con forma triangular situada en la confluencia de dicha avenida y la del Jardín Botánico en la que, en su momento, se llegó a plantear la construcción de la residencia universitaria y que ahora, además de para zonas verdes, se reserva para la futura construcción de un centro educativo de 0 a 3 años.

En la segunda fase se actuará sobre 48.000 metros cuadrados -con un plazo de ejecución de ocho meses- y con la tercera, tras diez meses de trabajos de urbanización, se sumarán los últimos 93.000 metros. Estas actuaciones se irán licitando «en función del ritmo de comercialización» de las parcelas resultantes de esta primera fase, que ha despertado gran interés en empresas locales y de fuera de la región. «Ahora mismo tenemos sobre la mesa solicitudes de más de 8.000 metros para oficinas», explicaba el gerente de Gijón Impulsa, Luis Díaz, a este periódico en julio. «Si se materializa realmente esa muy elevada demanda, habría que ponerse ya con la segunda fase», afirma Gonzalo Canga, antes de anotar que la financiación podría condicionar los plazos.

Cuando haya concluido la urbanización de los más de 218.000 metros cuadrados en que se ampliará el Parque Científico Tecnológico -y que supondrá multiplicar por tres su extensión actual-, el entorno de La Pecuaria podría dar cobijo a 15.000 trabajadores, prácticamente triplicar los que hay ahora.

Tal puede ser la proyección de crecimiento económico de la zona que desde el área de Urbanismo ya se piensa en una cuarta fase en una parcela municipal ubicada en la trasera de La Pecuaria, en las proximidades de la residencia de La Golondrina. Esa opción que aparece recogida como recomendación en el plan especial de La Pecuaria, implicaría, «a medio plazo», la modificación del Plan General de Ordenación (PGO) para cambiar la clasificación de suelo residencial a productivo científico tecnológico.

Cuando, al principio de mandato, se proyectó la actuación urbanística en ese entorno, «teníamos claro el cambio de tendencia en el Parque Científico Tecnológico, por lo menos en cuanto a producto inmobiliario», ahora más enfocado a espacios de trabajo que se pusieran en el mercado en régimen de alquiler. La idea era plantear «un ecosistema que permitiera a las empresas crearse e ir creciendo sin realizar grandes inversiones. Impulsar todo ese ámbito como otro motor económico de Gijón» y, al tiempo, «generar un lugar especial y diferenciado que sumase una pieza más a la ciudad y complementase esa zona de Somió», expone el director general de Urbanismo del Ayuntamiento.

Con espacios reservados para equipamientos públicos, locales que podrán acoger negocios de hostelería y otras actividades terciarias, el entorno contará con 76.000 metros cuadrados de espacios verdes urbanos en cuyo diseño se han tenido en cuenta criterios de sostenibilidad. Así, por ejemplo, se ha instalará un sistema de drenaje que permite la recogida diferenciada de aguas pluviales. También se ha reservado una gran zona central abierta, la denominada ágora, que se pretende que sea «un espacio de relación social en el que pasen cosas», en el que las empresas puedan incluso organizar actos y que también esté a disposición de la Universidad de Oviedo.

Todo el ámbito de actuación contará con un total de 1.347 plazas de aparcamiento repartidas en seis zonas. De ellas, 581 estarían dentro de las parcelas y el resto, 766, en espacios públicos.

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