Pilar Valladares, psiquiatra: «Es muy preocupante la alta prevalencia de trastornos de ansiedad en adolescentes»
El Congreso 'Grupo, Psicoanálisis y Psicoterapia' aborda desde hoy la necesidad de repensar prácticas profesionales ante la hiperconectividad digital
La psiquiatra Pilar Valladares (León, 1959) fue durante casi tres décadas de la unidad de Trastornos de la Conducta Alimentaria del HUCA, desde su ... inauguración en 1995 hasta su jubilación, hace ahora un año. Desde este jueves hasta el domingo participará en el XVIII Congreso Internacional de la Sociedad Española para el Desarrollo del Grupo, la Psicoterapia y el Psicoanálisis (Segpa), que se celebrará en el Casino de Asturias, en Gijón, bajo el título 'Abriendo horizontes en la clínica: repensar lo establecido' y de cuyo comité organizador es presidenta.
–¿Cuál es el eje temático que guía esta edición?
–El espíritu del congreso es atreverse a repensar la práctica profesional en el contexto actual, marcado por la hiperconectividad digital. Se busca reflexionar sobre cómo se expresa hoy la psicopatología clásica y cómo adaptar las formas de intervención, sin perder de vista lo más importante: seguir escuchando al paciente, que tenga una voz y un lugar de escucha. Paradójicamente, en este mundo tan conectado hay muy pocos espacios para pensar acerca de lo que sentimos.
–¿Cuáles son los problemas de salud mental crecientes?
–Destaca el alto consumo de psicofármacos, en especial ansiolíticos y antidepresivos. Tienen una eficacia indudable que hay que utilizar, pero no como única herramienta. Todos los procesos requieren un abordaje más amplio: ver el contexto del sujeto, su familia social y todo lo que tiene que ver con la psicoterapia individual o grupal.
–¿Y cómo se muestran las psicopatologías actualmente?
–Se han disparado los cuadros de ansiedad y se ven más cuadros de adicciones, que ya no se limitan a las drogas sino también al juego y el mundo digital. También parece que los trastornos de la conducta alimentaria son una patología en auge. Nos preocupa especialmente la alta prevalencia de trastornos de ansiedad en adolescentes y la creciente demanda en los servicios de salud mental infanto-juvenil.
–¿Qué problemas presentan?
–Se observa una escasa tolerancia a la frustración y la espera, dificultad para asumir las consecuencias de los actos y estados de ansiedad importantes. Son frecuentes los trastornos de conducta, consumos de alcohol y tóxicos cada vez más precoces, autolesiones y cuadros ansiosos o depresivos. También influye la exigencia académica y la sobrecarga de actividades, que impide el aburrimiento llenándoles de cosas. Es importante que aprendan a tolerar el malestar y la incertidumbre, educar en tolerancia a la frustración y no evitar todo sufrimiento.
–¿De qué tratará el congreso?
–Se abordarán las nuevas formas de expresión de la psicopatología y cómo podemos mantener espacios seguros de escucha. No dejarnos llevar por la aparente moda de trastornos mentales y valorar nuevas estrategias. También, cómo afrontar los trastornos sin perder la perspectiva individual, considerando el contexto familiar y social. Se vio durante la covid: la pérdida de contacto humano acentuó muchos problemas emocionales.
–¿Puede adelantar novedades que aportarán los ponentes?
–Adelantar es difícil, pero la Segpa se centra mucho en la importancia del trabajo grupal como herramienta terapéutica. La psicoterapia grupal se entiende como una unidad de trabajo donde los miembros reflexionan y se fortalecen mutuamente. Al congreso asistirán profesionales de distintas regiones y países, como la psicoanalista francesa Rosa Jaitin, para compartir experiencias reales, tanto en las ponencias como en los cafés informales. De ahí salen cosas muy interesantes.
–Desde su experiencia, ¿qué papel tiene la psicoterapia grupal ante los trastornos mentales?
–Creo que está infravalorada, pero es una herramienta imprescindible que requiere una formación muy específica. No es una terapia individual en grupo, sino una técnica propia donde el grupo funciona como un espacio de apoyo y empoderamiento. Los participantes descubren sus recursos personales y luego los aplican fuera del grupo. Durante la pandemia, incluso los grupos online demostraron su valor como espacios de reflexión.
–¿Qué lugar ocupa hoy el psicoanálisis?
–Es un marco conceptual fundamental para comprender el sufrimiento humano y aportar herramientas de cara a afrontarlo. Más allá de la idea del diván del psicoanálisis clásico, su formación proporciona a los profesionales una escucha más profunda y comprensiva, imprescindible para comprender los sufrimientos que vemos en consulta: ansiedad, angustia, tristeza, depresión... En mi opinión, es esencial que los profesionales de la salud mental tengan formación psicoterapéutica en distintos ámbitos, entre ellos el psicoanálisis.
–¿Qué desafíos detecta en el sistema sanitario para la atención a la salud mental?
–El principal es la falta de tiempo para dedicar a los pacientes y la frecuencia de las consultas. Hay muchas técnicas psicoterapéuticas que no se pueden ejecutar sin una frecuencia de visitas. Nos va devorando la demanda y vamos detrás creando los servicios. Pero el desafío más gordo es el aumento explosivo de síntomas y dificultades en los ámbitos infanto-juvenil y geriátrico.
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