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El Gobierno del Principado ha decidido rescindir unilateralmente el contrato con la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por FCC y Los Álamos que venía ... ejecutando la ampliación del Hospital de Cabueñes desde el último cuatrimestre de 2022. Y lo hace avalado por informes técnicos y jurídicos que empujaban en esa dirección por los retrasos que acumulaban las obras y por «discrepancias insalvables» entre los establecido en el contrato firmado inicialmente y lo que las empresas consideraban que tenía que ser por el incremento de los precios en estos años.
La consejera de Salud, Concepción Saavedra, compareció ayer por la tarde de urgencia junto con el viceconsejero de Política Sanitaria, Pablo García, para comunicar la aprobación del decreto por el que se iniciará la extinción del contrato.
Sobre los retrasos explicaron que hasta ahora solo se han certificado 20 millones de los 79 en los que se adjudicaron los trabajos. Saavedra expuso que ante estos incumplimientos, el Ejecutivo regional se ha visto obligado a resolver el contrato, después de haber comunicado reiteradamente a la UTE la preocupación por la lentitud en la marcha de la actuación y haber incoado un expediente administrativo el 6 de febrero de 2024 para la imposición de penalidades en la demora. Dicho expediente se solventó el pasado 27 de diciembre con la imposición de una penalidad.
La consejera explicó que Salud «ha exigido en numerosas ocasiones a la empresa, a través de los procedimientos administrativos inherentes a los retrasos, que cumpliera los plazos establecidos, dada la necesidad de contar cuanto antes con un centro hospitalario de referencia para el área V (que da cobertura sanitaria a 300.000 personas y además de Gijón incluye Carreño y Villaviciosa), más moderno y actualizado».
Hizo hincapié Saavedra en que «la decisión de la consejería obedece a la obligación de velar por el cumplimiento de la legalidad, el buen uso de los recursos públicos y la defensa de los intereses de la ciudadanía». «También pretende reducir el impacto de las demoras y dotar al área sanitaria, en el menor tiempo posible, de un hospital más amplio, confortable, funcional y tecnológicamente más avanzado», remarcó.
Aseguró que el personal técnico de la Consejería de Salud, al mismo tiempo que tramita el expediente de rescisión, se pondrá a trabajar de manera inmediata en la redacción de un nuevo proyecto de obras que incluirá la parte de la ampliación contemplada en el contrato con la UTE que todavía no se ha ejecutado. La gran novedad es que este proyecto recogerá también un modificado de obra para incorporar también varias mejoras en innovación y la determinación de los procesos señalados en el documento anterior como zonas grises –espacios pendientes de ejecutar hasta la definición de sus funciones– como son las áreas de laboratorio, farmacia, esterilización y hemodiálisis. «El proyecto anterior es de hace siete años y entendemos que pasó la covid, hay una innovación tecnológica diferente y hay necesidades, servicios y prestaciones a mayores en Cabueñes», enumeró la consejera para defender la actualización de un diseño que data de 2017.
Saavedra, a preguntas de EL COMERCIO, señaló que su departamento pretende definir ese proyecto «en el menor tiempo posible para sacarlo a licitación inmediatamente después, en este mismo año». Será «más completo» que el que se revisa y con «un mayor coste» también. De hecho, este modificado de obra que ahora se va a tramitar se intentó negociar con la UTE de FCC y Los Álamos, pero no fue posible llegar a un acuerdo por «discrepancias insalvables». «La dotación económica para esta actuación está garantizada con los 42 millones recogidos en el presupuesto autonómico de 2025 para la ampliación del hospital», indico. La idea del Principado, que es consciente del trastorno que se genera a la ciudad con su meditada decisión sobre una obra de gran necesidad, es adjudicar este modificado de obra y retomar la ejecución de los trabajos de construcción dentro de esta misma legislatura.
La consejera explicó que incluso antes de acceder ella al cargo el contrato ahora rescindido con la UTE «siempre tuvo cierta tensión». Aseguró que los informes técnicos y jurídicos, a raíz del encadenamiento del incumplimiento de plazos y de la imposición de penalidades por ello, fueron abocando tomar la decisión de rescindir que «hasta el último momento hemos intentado que no fuera así». Saavedra, que explicó que se reunió con la UTE por última vez el jueves por la mañana, admitió que la razón última de resolver el contrato fue económica. Y también dio por hecho que la rescisión unilateral traerá consigo que las empresas constructoras emprendan a partir de ahora acciones judiciales para reclamar daños y perjuicios a la administración regional.
La consejera visitará hoy las obras de recrecido del Hospital de Cabueñes y ya ha solicitado comparecer en la Junta General del Principado para dar más explicaciones sobre lo sucedido en la comisión parlamentaria correspondiente.
Fuentes de la consejería indicaron ayer a EL COMERCIO que con el ritmo de ejecución que llevaban las constructoras aún hubiesen tardado 12 meses en concluir unos trabajos que, tras encadenar varias demoras, tenían que haber estado listos en mayo de este año. También había malestar en la consejería con la UTE tras haber detectado deficiencias en la construcción y en la calidad de los materiales empleados.
La obra de ampliación del Hospital de Cabueñes se inició en septiembre de 2022. La primera fase de las obras se adjudicó a la UTE de FCC y Los Álamos por 85 millones de euros, con un plazo de ejecución de 29 meses que luego fue ampliado en cuatro meses más. Fue después de que una primera adjudicación, en 2021, quedase desierta. En esta primera fase de obras detenida ahora se estaba construyendo un nuevo edificio de 51.232 metros cuadrados, con cuatro plantas más semisótano y sótano, para duplicar la superficie actual del complejo sanitario.
Las obras de ampliación son una crónica de demoras. La misma consejera de Salud ya informó en la Junta General en febrero de 2024 que por entonces acumulaban cuatro meses y cuatro días de retraso, con lo que estaba previsto que finalizasen en mayo de 2025. Saavedra se refirió en sede parlamentaria a los problemas con los que se había encontrado el inicio de la ampliación del hospital, como espacios acogotados al estar entre parcelas privadas y caminos con servidumbres. Además, la constructora se encontró con servicios subterráneos, aljibes y un árbol centenario que tuvo que ser trasplantado. Todo ello modificó el programa de obras.
En octubre, el propio viceconsejero de Política Sanitaria del Principado, Pablo García, dijo que las obras se encontraban en el momento de definir el uso de los espacios y de «integrar en el proyecto arquitectónico todo lo que queremos integrar». Justo en ese momento, el nuevo bloque ya había alcanzado las siete alturas previstas, y se estaba cerrando la fachada con ladrillo», decía el viceconsejero, «en un momento importante, el de abordar la enorme complejidad» que supone articular el «tránsito» de los servicios básicos, las Urgencias y las consultas externas desde el viejo Cabueñes al nuevo bloque que se está levantando en la zona oeste del complejo hospitalario.
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