El Puerto de Gijón construye un cierre para reducir la contaminación y evitar la entrada de polizones
Licita por 1,7 millones de euros la ejecución de un vallado de seguridad de hasta tres metros de altura
EUGENIA GARCÍA
GIJÓN.
Jueves, 8 de octubre 2020, 01:19
Un nuevo cierre perimetral de alta seguridad blindará El Musel contra los polizones. El Puerto de Gijón proyecta, siguiendo la estela de otros del Cantábrico y el conjunto del sistema portuario español, la construcción de un vallado de hasta tres metros de altura, sensorizado, con medidas antitrepaje y antisabotaje que servirá además para conseguir un mayor aislamiento hacia la zona habitada -barrios como El Muselín o Portuarios- y reducir así el impacto ambiental de la actividad portuaria sobre sus alrededores.
En el último año, las fuerzas de seguridad han detectado medio centenar de polizones, prácticamente todos de nacionalidad albanesa y que pretendían llegar al Reino Unido. Ante esta situación, la Dirección de Seguridad y Desarrollo Operativo de El Musel determinó la necesidad de mejorar la seguridad perimetral, para lo cual el pasado 14 de enero se encargó a la empresa Inerco la asistencia técnica para el diseño y desarrollo de un proyecto que cumpliera este objetivo. En el último consejo de administración de la Autoridad Portuaria, celebrado hace una semana, se aprobaron los pliegos técnicos y el contrato salió ayer a licitación por valor de 1,7 millones de euros.
El nuevo cierre se extenderá desde la zona de La Figar hasta el antiguo control 'C'. Se aprovechará la infraestructura existente y se modificará donde sea necesario, de tal forma que se dote al recinto de una doble protección. Por un lado, dispondrá de una malla y postes especiales «que dificulten y ralenticen tanto el trepado como el uso de otros elementos de sabotaje, retardando eficazmente cualquier tentativa en ambos sentidos». Asimismo, estará dotado de alta tecnología: un sensor «de máxima fiabilidad» integrado en la propia malla captará, mediante muestreo continuo, las vibraciones asociadas a las acciones de corte, escalada mediante escalera o arrastre. En caso de detectarse alguna de estas circunstancias, se enviará al Centro de Control de la Policía Portuaria una señal de alarma. También contará con un completo sistema de circuito cerrado de televisión para la verificación de las alarmas y la supervisión de la totalidad del recinto portuario.
En los pliegos de condiciones se detalla igualmente que, aún siendo el fin principal del vallado aumentar la seguridad del puerto, «se ha querido aprovechar la instalación» para lograr una mejora ambiental mediante la reducción de ruido y polvo.
Siete zonas, siete meses
Serán siete las zonas del perímetro donde, mediante diferentes soluciones, se mejorarán los actuales cierres, para lo cual la empresa que resulte adjudicataria dispondrá de un plazo total de siete meses desde la fecha del acta de replanteo.
En las zonas 2, 3 y 7 se reutilizará el muro existente de hormigón, pero se sustituirá el vallado por uno nuevo de alta seguridad. Estará configurado por paneles de 270 cm de alto y como máximo 260 de ancho, formados a su vez por barrotes de acero galvanizado. Además, cada panel dispondrá en su parte inferior de un zócalo antiarrastre de acero que se anclará al suelo en al menos tres puntos. Esta malla integrará un sistema de detección de intrusiones de última generación, capaz de monitorizar cada centímetro de la estructura con una probabilidad de detección superior al 95%. No solo eso, sino que podrá localizar geográficamente la intrusión con un margen de error máximo de tres metros incluso aunque se produzcan de forma simultánea en distintos puntos.
El vallado detecta tanto el corte de cualquier barrrote como la acción de escalar los postes de anclaje o la propia malla sin necesidad de alcanzar la cumbre, reportando sus señales al centro de control. Un sistema incorporado de compensación ambiental le permite ignorar los movimientos provocados por las inclemencias meteorológicas.
Soluciones mixtas
En las zonas 2 -cerca de El Muselín-, 3 y 7 (La Figar) se combinará una malla de seguridad antisalto, que contará con un sistema de detección similar al descrito, con paneles acústicos microperforados con aislamiento de lana de roca que servirán para diminuir la contaminación acústica y reducir el polvo. El conjunto medirá tres metros de alto: la parte inferior estará formada por los paneles acústicos de 1,5 metros y en su parte superior contará con paneles de seguridad. Por último, en la zona 5 del vallado perimetral, la más próxima al hospital de Jove, instalarán una valla de 1,5 metros de altura sobre el muro existente.
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