La restauración del Piles recibe un impulso definitivo con 2,8 millones de fondos europeos

Gijón presentó un proyecto dividido en diez acciones, de las que se subvencionarán ocho. Tan solo se han quedado fuera los planes para demoler el puente de La Coría y construir uno nuevo con un vial más ancho -ahora no caben dos coches por él- y una mayor sección hidráulica -para facilitar el paso del agua en días de grandes avenidas- y la propuesta para crear una senda peatonal en la margen derecha del Piles a su paso por el complejo deportivo de Las Mestas. En el primer caso, el argumento manifestado por la Fundación Biodiversidad es que se trataba de una obra de mejora de la seguridad vial. Martín manifestó no compartir ese criterio e indicó que el Ayuntamiento no renunciará a esa actuación, aunque tendrá que acometerla íntegramente con fondos propios. Avanzó en este sentido la intención de incluir en los presupuestos de 2023 una partida de 527.778 euros para ampliar el puente.

En lo que respecta a la creación de una nueva senda, que discurriría por el lado opuesto a la del Grupo Covadonga desde Albert Einstein hasta el puente del aparcamiento Las Mestas, la comisión de evaluación no lo vio conveniente al incluir entre las obras para las que se pedía financiación el derribo de dos edificios auxiliares del Patronato Deportivo Municipal (unas viejas cuadras y una zona de almacén) y su posterior reconstrucción. Martín señaló que los planes para esta senda «se pueden reajustar», aunque asume que tendrá que hacerse igualmente con fondos del Ayuntamiento. Esta actuación se abordaría «cuando finalice todo el proyecto» del río, previsiblemente en 2024, y costaría 770.000 euros.

Para el resto de actuaciones sí se ha logrado el 100% de la cuantía solicitada, hasta sumar los mencionados 2,8 millones. La medida más destacada es la «eliminación de las soleras de los azudes e infraestructura asociada», es decir todo el sistema de compuertas que servía para retener el agua en el anillo navegable para facilitar la práctica del piragüismo. También se reducirá la superficie de la isla triangular situada en el centro de esta infraestructura hidráulica, retirando sus muros artificiales y dejando que sea el propio río el que la forme de manera natural a través del arrastre de sedimentos y gravas.

Pero el anillo no solo perderá estos elementos de retención, sino su propio diseño circular, ya que el canal que deriva aguas del Peñafrancia al Piles y que separa la zona del hipódromo de la pista de atletismo se rellenará con sedimentos, generando así una nueva superficie de terreno para uso de Las Mestas.

La canalización por la que discurren el Piles y el Peñafrancia a su paso por Las Mestas será la que experimente más cambios con la «renaturalización», pues parte de sus muros verticales se sustituirán por tramos de escollera y taludes naturales con una pendiente más suavizada y que permitirán ampliar la sección hidráulica. Es decir, no solo habrá más vegetación en la orilla, sino que en momentos de crecida el río tendrá un espacio más ancho para circular.

También se suavizará el perfil de las orillas en el denominado «parque de escolleras» -entre Anselmo Solar y Albert Einstein- con nuevos taludes. Al paso del Piles por el parque fluvial de Viesques se incrementará el bosque de ribera, plantando ejemplares hasta lograr una anchura de diez metros por cada orilla y cubrir así 37.575 metros cuadrados. Y a lo largo del cauce se colocarán sobre el lecho del río «aportes de grueso calibre» -como grandes rocas-, para contribuir a la acumulación natural de sedimentos y a generar «microhabitats».