Sergio, «un chaval de lo mejor», que estudiaba en el Gedo y tenía pasión por los tractores

Sergio Costales Barrero tenía 18 años y toda la vida por delante. El joven fallecido en la madrugada del domingo en un accidente de tráfico en Cenero era vecino de la cercana parroquia de Monteana. Hijo único de un apreciado matrimonio de la zona, su fatal desenlace ha causado una profunda conmoción entre sus amigos. Muchos de ellos, compañeros del colegio Montedeva, donde estudió durante años y donde lo recuerdan como «un chaval de lo mejor, siempre contento y de buen humor».

Acabado el colegio, empezó a estudiar Electromecánica en la Escuela Revillagigedo y ayudaba en la explotación agrícola y ganadera de su familia. Tenía pasión por los tractores y las vacas. «Sus padres son muy buena gente y esto es un mazazo que no sabemos si podrán superar», dicen sus vecinos.

Sergio había acudido con sus amigos a Cenero para disfrutar de las fiestas. Fue precisamente a escasa distancia de la iglesia de San Juan Bautista (la Abadía de Cenero) donde sufrió la colisión frontal con otro vehículo en el que, según los vecinos, viajaban otros jóvenes, conocidos también del fallecido. Era él quien conducía el vehículo que acabó chocando frontalmente con el otro.

La Guardia Civil investiga las causas del siniestro. Una vez tenga concluidas las diligencias, serán enviadas al juzgado del partido judicial de Gijón que en esos momentos realizaba las funciones de guardia. La familia de Sergio le vela ya en el tanatorio de El Lauredal.

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