La tercera mudanza de Papá Noel
El Parchís aplaude la llegada del muñeco, disputado por la Plazuela y Seis de Agosto | El encendido navideño de las siete en la plaza Mayor dará luz al cambio anunciado por Blachere tras el aluvión de críticas del pasado año
A. AUSÍN
GIJÓN.
Martes, 5 de diciembre 2017, 00:21
A las siete de la tarde ya no habrá vuelta atrás. El encendido navideño dejará hoy a la luz la transformación anunciada por Blachere del 70% de la decoración navideña tras el aluvión de críticas recibido el pasado año. Y del veredicto de los gijoneses y, sobre todo, de los intríngulis consistoriales dependerá que le prorroguen el contrato por dos años más. Lo primero que ha hecho la empresa francesa es mover, una vez más, al popular Papá Noel, que hace este diciembre su tercera mudanza en Gijón. Empezó en la plaza del Seis de Agosto, donde se ganó una merecida fama entre niños y mayores.
El pasado año, lo movieron a la Plazuela. Pero, de repente, cuando le llovían las alabanzas de los comercios circundantes por el movimiento que generaba, rectificaron y se lo llevaron de nuevo al Seis de Agosto con nocturnidad y alevosía. Este giro copernicano desató diez días de encendida protesta y, finalmente, se aplacó a los comerciantes de San Miguel con un 'oso amoroso' de recambio. Este año, el 'gordo' de Navidad le ha tocado al Parchís, donde ya celebran su llegada. «Estamos encantados. Es muy bonito y cuando se ilumine quedará espectacular», señalaba ayer David González, de la Joyería Masev, muy satisfecho por el cambio de decorado. Los comercios del Parchís, recordó, se sintieron totalmente chafados la pasada Navidad cuando, tras prometerles el gran árbol que acabó en el 'solarón', acabaron con un reno que «apenas iluminaba la plaza». «Estábamos casi a oscuras», recuerda.
González, el hombre que pone en hora el reloj de la Escalerona, aplaude la llegada de Papá Noel y, también, la de un gran sillón real situado prácticamente frente a su negocio, aunque sigue lamentando la existencia de «calles importantes sin iluminar» y que el Ayuntamiento no asuma el pago íntegro de las luces para disfrute de unos ciudadanos «que pagan jugosos impuestos».
«Es simpático el ratoncito»
Mientras en el Parchís se frotan las manos, en las otras dos plazas hay versiones contrapuestas. En la Plazuela, del Papá Noel y el oso amoroso de 2016 han pasado a un ratón gigante y el roedor ha sido bien recibido. «Es simpático el ratoncito. Me encanta», confesaba ayer Marcela Uccello, dueña de la tienda de niños Toto y Petunia y portavoz de las protestas del pasado año. «Nos ha sorprendido gratamente», apostilló. ¿Y el Seis de Agosto? La tercera plaza en discordia ha sido objeto de un nuevo trueque. Le quitaron el Papá Noel y le pusieron el oso amoroso. Un 'change', al parecer, a peor. «Nos gustaba más el Papá Noel. Éste es más cursi», coincidían ayer en señalar Sara y Claudia, dos empleadas de Decathlon.
Tras el encendido oficial de esta tarde en la plaza Mayor, animado por escolares de Jove y del Honesto Batalón y del grupo de tubas del Conservatorio, Michael Lee Wolfe cantará villancicos en Tomás y Valiente. Será de ocho a nueve. Para cuando acabe, muñecos gigantes y arcos luminosos tendrán ya las primeras puntuaciones ciudadanas.