«Es un fastidio para la hostelería, como si nos quitaran la extra de Navidad»

Tal y como explica Lauren Castaño, gerente del restaurante y sidrería El Tendido, los aficionados «tienen la costumbre de venir a tomar algo antes de entrar a la plaza y también al salir de ella». Y puntualizan que en los bares de esta zona, cercanos a El Bibio, «al contrario que los que están en el centro de la ciudad, no se atiende a tantos turistas». «La feria taurina era una forma de compensar la falta de esta clientela», sostienen. El responsable de la cafetería Ezcurdia añade que esos beneficios equivalen a «la forma de llenar el granero para el invierno». Asimismo, Pilar Vázquez, responsable del café Darwin, afirma que como hostelera se ve perjudicada «porque era una semana muy buena para el negocio». Y explica que aunque ella «nunca» ha ido a los toros «no quiero que lo prohíban». Recuerda, en ese sentido, que «en Gijón hay mucha tradición familiar por los toros, padres e hijos disfrutan de ello».

Estos hosteleros aseguran estar «sorprendidos» por la decisión de no renovar la concesión de las ferias y consideran que es una idea «tomada en caliente». Opinan que la situación puede ser «reversible» y, por ello, mantienen la esperanza de que la alcaldesa, Ana González, «rectifique y decida conservar la feria taurina». Recuerdan que ya se vieron «afectados» por la ausencia de las corridas de toros el año pasado, cuando no se pudo celebrar debido a la evolución de la pandemia de la covid. También precisan que les ha afectado la reducción de la duración de la cita, que «empezó siendo de quince días, luego de seis y ocho, y ahora son tres días únicamente». Una situación que, a juicio de Juan Castilla ha ocasionado, junto con la reducción del aforo de los locales, que los últimos años «la hostelería de la zona haya estado más ahogada».

En caso de que no se pueda recuperar los toros, los hosteleros insisten en que El Bibio no corra la misma suerte que la plaza de Oviedo. Es decir, que se le dé pronto una utilidad. Que si va a acoger conciertos, tal y como ha anunciado la alcaldesa, sea así. Lauren Castaño, recuerda que «cada vez hay menos actividades en la zona, lo que repercute en el trabajo». «Tiene que buscarse una alternativa que pueda generar los mismos ingresos», defiende Juan Castilla, quien añade que «es un espacio público que tiene que continuar en funcionamiento».