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O. Suárez
Gijón
Lunes, 2 de junio 2025, 13:48
«Ya era hora de que se decidiesen a ensanchar las aceras, lo que no entendemos es por qué han esperado tanto a hacer una ... medida tan necesaria. Son aceras de un metro de ancho por las que no pasa ni una silla de ruedas y en las que ya ha habido numerosos incidentes de peatones». Vecinos y comerciantes de la calle Munuza, en Gijón, aplauden el plan de reordenación del tráfico (de momento de provisional) para reducir a un carril el tráfico en la calle Munuza y también en Domínguez Gil.
Javier González-Posada, propietario de la inmobiliaria Ferposada, en la esquina de la calle Instituto con Munuza, asegura que «es lo mejor que podían hacer desde el Ayuntamiento porque claramente estas aceras tan estrechas no son seguras, están inclinadas en pendiente y no permiten el paso de dos personas». El empresario explica que «han sido ya bastante las ocasiones en las que hemos salido del negocio para ayudar a peatones que han sufrido caídas o problemas porque no pasa una silla de ruedas o un carrito de niño. Solo esperamos que esta medida pase de provisional a definitiva y ejecuten la obra del ensanchamiento de las aceras».
Después de unos primeros días de un cierto desconcierto entre los conductores por las modificaciones que afectan a la zona centro, hoy el tráfico fue fluido durante toda la mañana. «Es normal que los primeros días se produjese algún atasco, pero en cuanto se coja la rutina esto va a ir rodado», señala María Antonia Gutiérrez, vecina de la calle La Merced y que considera que «el cambio para las conductores es mínimo y a los peatones nos da la vida porque es una zona por la que no se podía ni caminar tranquilamente, yo ya llevé más de un susto por tener que bajar a la carretera si te cruzabas con un carrito o una silla de ruedas y que justo pasase un coche...».
Reyes Molleda, propietaria de la tienda de moda La Perala, en Munuza, se muestra «muy satisfecha por la decisión de ensanchar la acera que es una reivindicación desde hace años». «Mi madre mismamente cayó aquí y acabó en el hospital. A los negocios nos va a venir bien pero sobre todo lo que se ganará es en seguridad para los viandantes, hay mucha gente mayor que no pasa por Munuza por miedo», señala.
La previsión del Gobierno municipal es que las dos aceras de la calle Munuza crezcan hasta los 2,25 metros de ancho. Las de San Bernardo, por su parte, pasarían desde el Parchís hasta Munuza de 1,50 a 2,40 metros. En el cruce entre ambas, además, habrá un tramo de pavimento elevado pensado para facilitar el giro de los autobuses.
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