«Este es el mejor regalo de Reyes posible»
Eduardo Fernández, de la Administración de la calle Rufo García Rendueles, estaba «contentísimo», tras vender un décimo del segundo premio
A. RANERA
GIJÓN.
Viernes, 7 de enero 2022, 01:01
Eduardo Fernández estaba siguiendo el sorteo de la Lotería de El Niño en su casa, cuando los bombos dispararon el segundo premio. Se trataba del 44469 y a él entonces le saltaron las alarmas, ese número le sonaba y rápidamente comprobó que su instinto no fallaba: había vendido uno de los décimos afortunados. Sus planes de calma para el día de Reyes -uno de los tres que descansa cada año- se fueron al traste y los cambió por la euforia desatada que la ocasión merecía, dentro de su establecimiento. «Este es el mejor regalo de Navidad posible», lanzaba nada más llegar, mientras levantaba la persiana de su concurrida administración -en la calle gijonesa Rufo García Rendueles, a unos pocos pasos de la playa de San Lorenzo- donde muchos paseantes contemplaban sonrientes la escena festiva.
Fernández, junto a su mujer y a sus tres hijos, había estado a punto de perderse el sorteo «porque pensaba que empezaba más tarde», se reía. Afortunadamente, se dio cuenta pronto del despiste y pudo subsanarlo y disfrutar en directo de su éxito como lotero, que lo hacía estar «contentísimo». Le sobraban los motivos para tanta alegría, el azar había llamado a su puerta, por primera vez, después de solo medio año de andadura en esta profesión. «Llevamos seis meses como receptores mixtos, abrimos el pasado 24 de mayo. Ya teníamos ganas de dar algo el 22 de diciembre y no hubo suerte, pero esta vez sí, así que va a ser un gran año», celebraba y avisaba a todos: «Este premio seguro que será el primero de muchísimos que entregaremos».
El lotero no sabía quién era el agraciado con los 75.000 euros que supone cada décimo de este segundo premio, aunque intuía que se trataba de un chico que había comprado el boleto el miércoles, a eso de las siete de la tarde, en el tiempo de descuento para participar en el sorteo. «Vino y eligió el 44469 porque tenía muchos cuatros y eso le gustaba», explicaba. Desde luego, a ese cliente el instinto tampoco le falló, aunque ayer no se dejó caer por la Administración para celebrar el premio. Su ausencia no mermó la ilusión por festejar de la familia de Eduardo Fernández, que descorchó champán y salpicó a todos los allí presentes, con las ganas de quien se inicia en la aventura de repartir suerte.
«Esto era lo que esperábamos y también lo que necesitábamos», aseguraban, en una mañana de Reyes de la que seguro ellos tampoco se olvidarán. Al igual que sus muchísimos clientes habituales que se pasaron por allí para recriminarles, entre bromas, que a ellos no les hubieran vendido el décimo que llevaba premio. Quizá, el año que viene siga la racha por esta administración de La Arena.