Heladas en los coches: cómo eliminar la escarcha del parabrisas y ventanas sin romper el cristal

El 2025 ha llegado con importantes bajadas de temperaturas bajo el brazo. Prácticamente toda España está sufriendo las consecuencias del gélido temporal invernal. Así ha amanecido estos últimos dos días Asturias: con un paisaje blanco en parques, paseos, coches... Precisamente esto provoca que un gran número de vehículos, los que se encuentran en la intemperie, aparezcan cubiertos de escarcha en las mañanas. Un comienzo del día que ya se trunca para muchos que deben coger el coche para trasladarse a sus lugares de trabajo. Una tarea extra se les presenta a primera hora de la jornada: retirar el hielo del parabrisas antes de emprender la marcha.

Las bajas temperaturas del frío invernal pueden afectar a los coches de diversas formas y provocar fallos que reduzcan la seguridad al volante. Un parabrisas helado hace que no tengamos visibilidad y, por lo tanto, aumenta la probabilidad de tener un accidente. Esto sucede porque algunos conductores que arrancan esperando a que la calefacción y los limpiaparabrisas hagan su efecto, mientras recorren muchos metros sin apenas ver lo que sucede delante del volante, generando una situación peligrosa.

A la hora de quitar el hielo, una rasqueta suele ser uno de los sistemas más comúnmente utilizados. Pero hay que tener cuidado porque, en algunos casos, su uso puede dañar el parabrisas.

La DGT recomienda arrancar el motor, conectar la calefacción con el ventilador al máximo y dirigir el flujo del aire hacia el parabrisas. Nunca se debe esperar a que el motor adquiera temperatura antes de encender la calefacción, el cambio brusco de temperatura puede rajar el cristal. Además recuerdan que no tenemos que olvidar retirar también el hielo de los faros: En coches con faros halógenos, debería bastar con encender las luces durante un tiempo. Pero las modernas tecnologías de iluminación o los halógenos con un diseño que separan mucho la parábola del cristal protector, requieren que retiremos el hielo a mano.

Otro método es o rociar el cristal con alcohol, que derrite el hielo con rapidez. También es recomendable aplicar en el parabrisas un tratamiento específico repelente de líquido e insectos, que además de mejorar sustancialmente la visibilidad diurna y nocturna en lluvia, hace que las lunas se congelen menos y que el hielo se retire con mucha facilidad.

Por el contrario, existen una serie de bulos o recomendaciones que lejos de solucionar el problema del hielo pueden generar algún contratiempo. Así, aunque pueda parecer tentador, verter agua caliente sobre el parabrisas puede provocar un choque térmico que dañe el cristal. El cambio brusco de temperatura puede debilitar el cristal y provocar grietas.

La sal puede rayar el cristal y no es efectiva para eliminar el hielo de forma rápida, por lo que tampoco es un consejo válido. Utilizar fuentes de calor directas, como sopletes o calentadores, además de ser una medida drástica, puede deformar el cristal o incluso provocar un incendio.

Para evitar el hielo en el parabrisas, puedes cubrirlo con una funda protectora durante la noche.

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