Las claves de la DGT para tomar una curva cerrada sin riesgos

Seguro que alguna vez has llegado a entrar con el coche en una curva demasiado confiado y cuando ya estás a la mitad te das cuenta de que era más larga o más cerrada de lo que te esperabas. Esta es una situación bastante común que puede obligarnos en mitad de la curva a corregir tanto la velocidad como la trayectoria, llegando incluso a ponernos en una situación de riesgo y también al resto de conductores de la vía. Una de las causas más frecuentes de accidentes y también una de las situaciones más peligrosas. Precisamente para evitar estos sustos en carretera, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha vuelto a compartir uno de sus vídeos explicativos a través de Twitter, con varios consejos útiles para saber afrontar este tipo de curvas cerradas de forma segura.

Y es que, aunque en este tipo de tramos en carretera también tendremos que tener en cuenta cómo de cerrada es la curva que vamos a afrontar, si la carretera se encuentra en buenas condiciones, si por ejemplo la calzada esta mojada o si hay rachas de viento que puedan complicar nuestra trayectoria, lo cierto es que hay una serie de consejos que siempre nos ayudarán a afrontar estos tramos de forma segura y a reducir la posibilidad de sufrir un accidente.

Consejos que la DGT ha compartido a través de una animación en la que nos dan todas las claves y pasos a seguir necesarios. Toma nota.

Mantenerse dentro del carril: Para trazar una curva cerrada de forma segura siempre tendremos que mantenernos dentro de nuestro carril. En el caso de tomar una curva cerrada hacia la derecha, tendremos que intentar ceñirnos con el vehículo lo más posible hacia el margen izquierdo para después cuando veamos la salida de la curva acercarnos al margen derecho. Mientras que si la curva la tomamos hacia la izquierda tendremos que acercarnos ligeramente al lado derecho de nuestro carril hasta ver la salida de la curva, momento en el que ya podremos volver al centro del carril.

Adaptar la velocidad: Adaptar la velocidad al tipo de curva y a las señalizaciones facilitará que podamos tomar la curva de forma segura y evitará que podamos salirnos al carril contrario.

Frenar antes de entrar a la curva: Podremos pisar el freno si es necesario, pero solo antes de entrar a la curva. Mientras estemos dentro de ella moveremos el volante con suavidad y mantendremos una velocidad constante. Una vez veamos el final de la curva, podremos enderezar y acelerar suavemente para ganar estabilidad.

Velocidad excesiva: Si entramos en una curva cerrada con una velocidad demasiado elevada, tendremos más posibilidades de perder el control del coche y podríamos acabar saliéndonos al carril contrario.

Malas condiciones de la vía o del vehículo: Esto es algo que también podría sucedernos, en el caso de que la calzada o nuestro vehículo no estuviese en las condiciones adecuadas.

Neumáticos con una presión demasiado baja: Unos neumáticos poco inflados pueden complicar aún más la maniobra y ponernos en riesgo a nosotros mismos y al resto de conductores.