Éibar-Sporting, 20 años después de Rodado
El bochornoso arbitraje del balear en Ipurúa pulverizó las opciones de ascenso con Marcelino García Toral en el banquillo
El Éibar-Sporting de la octava jornada se jugará el sábado (16.15 horas) veinte años después del atraco a mano armada de 2004 ... . ¿Recuerdan? Aquel gran Sporting de Marcelino García Toral llegaba a Ipurúa cuarto con grandes posibilidades de subir y extraordinarias sensaciones. Teníamos dos equipos a un punto (Numancia y Alavés) y el líder a tres (Levante). En ese pañuelo, cuando subían de un tirón los tres primeros, el peligro estaba agazapado detrás: el Getafe, que nos pisaba los talones desde la quinta plaza. De hecho, desde aquella jornada 38 hasta la última lo ganó todo con una facilidad pasmosa, cinco partidos seguidos, para subir finalmente sin despeinarse.
El primer enemigo de los madrileños, nosotros mismos, se lo quitó de encima Rodado Rodríguez, el árbitro de nefasto recuerdo que aquel día nos expulsó a tres jugadores por fruslerías (Christian Díaz, Yago y Bauzá), nos pitó dos inexistentes penaltis en contra y dejó de pitar otros dos a nuestro favor. Más no pudo hacer. Pero, pese a todo, el hombre de negro que pitó aquel encuentro tan sospechosamente motivado no pudo evitar que, con ocho jugadores, empatásemos a dos en el descuento con gol de cabeza de Rubenín. Heroico punto. Y maldición consumada. Pues el Getafe logró los tres esa semana y la siguiente mientras nosotros pagamos las tarjetas con una defensa de circunstancias contra el Tenerife y un 0-2 lapidario.
Largo tiempo maldijiste al balear Ángel Rodado Rodríguez. Sigues haciéndolo. Aquel atraco, aquel 23 de mayo de 2004, quedó en la retina de todos los sportinguistas. La suciedad del fútbol quedó entonces enmarcada con cristalina nitidez. El sábado volvemos al escenario del crimen veinte años después. ¿Con qué pálpito? Pues tras la excelente victoria contra un gallo como el Zaragoza, el pálpito solo puede ser bueno, aunque tengamos de nuevo otro rival de altura, al que las casas de apuestas han dado como gran favorito a finalizar la competición en el primer puesto de la tabla. De nuevo, por tanto, duelo con mayúsculas.
Contra el Zaragoza quedó patente el gran momento de Guille Rosas y, también, de Nacho Martín. Dejó clara Gelabert su desconcertante movilidad y visión de juego y, por poner un pero, volvimos a constatar que nuestros atacantes están de secano desde el día del Oviedo. En los tres partidos siguientes (Racing, Tenerife y Zaragoza) no anotaron un gol. Pero el Sporting se mostró homogéneo, intenso y unido, primero con la defensa de cinco y después, mejor, con un 4-1-4-1 en el cual brilló Nacho Martín. La dupla Méndez-Gelabert con las espaldas cubiertas ha sido una apuesta de éxito de Albés. Solo falta que se entonen los delanteros ante la puerta contraria. El año pasado empatamos a uno en Ipurúa con gol de Campu. Esta vez, con el veinte aniversario de la infamia en la retina, ¿sería mucho pedir una victoria reparadora? Podríamos dedicársela a los Roberto; Sastre, Christian, Yago, Dorado; Isma, Borreguero, Samuel, Bauzá; Bilic y Miguel. Los héroes de Ipurúa se merecen un recuerdo dos décadas después. La tarea no es fácil. Nunca lo es. Pero a nuestro míster le gustan los retos. Tiene ante sí un incitante Everest vascuence que nos aguarda retador con aniversario incluido.
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