¿Qué está pasando en Isabel la Católica
Por estas fechas se cumple el año del cambio de titularidad en el cuidado de las aves del parque, una vez jubilado José Luis García ... después de veinte años de dedicación esmerada y plena. En la actualidad de la atención de los animales se encarga la empresa Larus Control, que a su vez lleva el servicio de control de aves, gaviotas y palomas en el casco urbano. Se trata de una doble función que muestra una contradicción profunda, difícil de comprender; muerte y vida simultáneas.
Suelo pasear por el parque con frecuencia, pero cada vez resulta menos grato hacerlo al apreciar su continuo deterioro. La observación de los animales, que no de su entorno, sigue siendo placentera aunque surgen varias preguntas. La principal se refiere a su alimentación. En el espacio exterior del aviario se ve comida, sí, pero en menor cantidad y variedad de las que eran habituales. En los estanques llama especialmente la atención la escasez. El alimento base de patos, gansos, ocas y cisnes (cada vez en menor número, lo que permite sospechar de la continuidad de los robos) es el maíz; pero no resulta fácil verlo en los comederos mientras antes siempre lo tenían a disposición, como era bien visible. Se puede concluir que escasea. Tampoco disponen de otro tipo de alimento. En ninguno de los estanques crece el césped, y las malas hierbas que campan en las zonas verdes no son de su agrado. No tienen pasto. El terreno que ocupan las aves podría estar esquilmado de lombrices, y la presencia de insectos y otros invertebrados no es muy prometedora.
Insto a la Concejalía de Medio Ambiente, que es ahora la encargada de la tutela de los animales del parque, para que proceda a su mantenimiento y control encaminados a su bienestar. Es una obligación prioritaria supervisar las condiciones de vida de los animales sanos, para después atender también a los heridos y enfermos, una vez se habilite el hospitalillo de primeros auxilios. También las ardillas y los pájaros, que forman parte de la comunidad de animales del parque, han de tener comederos con alimento asegurado. Esperamos ver que la atención de los animales vuelva a ser la que fue.
En otro orden de cosas llama poderosamente la atención la lamentable visión de la escultura «Las Dríadas», a punto de desaparecer envuelta por la maleza.
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