Ayudas a la renta y la actividad para frenar la despoblación rural
Un enfoque distinto sería imaginar Asturias dividida en círculos concéntricos, de tal manera que su distancia a la zona central implique una discriminación positiva para las actividades productivas que se desarrollen en esos territorios
Uno de los problemas más acuciantes que tiene Asturias desde hace años es el despoblamiento y envejecimiento de la población. Este fenómeno se muestra de ... una manera más descarnada en la zona rural, especialmente en los territorios de las 'alas', occidente y oriente de Asturias.
Para frenar esta sangría poblacional de las zonas rurales, a lo largo de los últimos años se han puesto en práctica políticas de corrección de desequilibrios territoriales, basadas en la dotación de equipamientos, servicios e infraestructuras (planes de carreteras, equipamientos y servicios sanitarios, educación, etc...). Sin embargo, a la vista de los resultados, evaluados mediante el indicador más elemental, esto es la evolución de la población, se puede concluir que son ciertamente poco alentadores, pues el despoblamiento crece de forma acelerada acompañado de un notable envejecimiento.
Se hace necesaria y urgente una nueva política en pro de las zonas rurales más desfavorecidas, con potencia suficiente para revertir la situación antes de que se convierta en irreversible.
La principal causa del despoblamiento, no es tanto 'cómo se vive' si no «de qué se vive».
En efecto, todas las políticas de infraestructuras y equipamientos indicadas han conseguido que la calidad de vida en la zona rural se acerque al nivel de las ciudades. Sin embargo no han conseguido corregir diferencias en el ámbito económico, de tal manera que las posibilidades de disponer de un medio de vida en el mundo rural están ciertamente limitadas, lo que genera la emigración de los jóvenes, hombres y mujeres, ya estén formados o no, hacia la zona central de Asturias u otras latitudes en busca de mejores oportunidades de vida, provocando una descapitalización brutal de los mejores recursos humanos, que coarta o impide la aparición de nuevas actividades, entrando en el circulo vicioso del despoblamiento.
Una vez establecida, a groso modo, la causa de la situación demográfica en las zonas rurales de Asturias, debemos aportar soluciones con un enfoque distinto a lo realizado hasta ahora, sin renunciar a la corrección de los desequilibrios aún pendientes entre campo y ciudad, fundamentalmente en todo lo relacionado con las TIC.
Se trata de imaginar Asturias dividida territorialmente en círculos concéntricos (es una imagen, por supuesto no tienen que ser círculos exactos) de tal manera que su distancia a la zona central implique una discriminación positiva para las actividades productivas que se desarrollen en esos territorios, mediante coeficientes de baremación que tienen que ser progresivos, sin saltos bruscos y no necesariamente coincidentes perimetralmente con los concejos.
Una vez determinados estos coeficientes de baremación se podrán implementar varias formas de actuar: mediante ayudas directas a la renta, desgravaciones fiscales, afectando positivamente cualquier convocatoria de ayuda de las administraciones públicas, primando la compra/contratación de las administraciones públicas, etc.
La ayuda directa a la renta debe estar sujeta a compromisos de condicionalidad y la intensidad de la misma dependerá de la lejanía, del sujeto activo que la desarrolla (mujer, joven...) y del tipo de actividad.
Compromiso de condicionalidad significa que quien desarrolle una actividad productiva en esos territorios estará obligado al ejercicio correcto de la misma (condición) para recibir la ayuda. Por ejemplo, un comercio en Ibias tendría una ayuda directa a la renta por el hecho de estar abierto al público y tener un movimiento anual mínimo y unas estrategias de venta definidas. Caso similar es la tienda-bar que existía en todos los pueblos o incluso una pensión, todas ellas por supuesto sujetas a unos criterios de modernización/actualización de su oferta y/o sus servicios.
En un monte vecinal de mano común, la ayuda a la renta de los vecinos propietarios de ese monte, puede estar vinculada a la condición de tener el monte perfectamente limpio, colaborar en la prevención de fuegos, etc.
Pero podemos ir a otro tipo de actividades menos 'rurales'. Diseño de páginas web, un negocio de comercio electrónico, una gestoría-asesoría fiscal y contable, un gabinete de arquitectura o muchos de los empleos relacionados con la llamada 'economía plateada'. Siempre que exista una buena conectividad, no tienen por qué estar radicados necesariamente hoy en día en Oviedo o Gijón, pueden desarrollarse en cualquier entorno rural con el mismo nivel de calidad e innovación. Para ello es necesario corregir desequilibrios en TIC que flexibilicen la vinculación territorial del empleo y la población.
Ayudas a las empresas, articuladas mediante significativas desgravaciones fiscales y/o un plus de puntuación en la licitación/compra pública o en las convocatorias de ayudas públicas y baremadas en función de la lejanía, del tamaño, del sujeto activo que la desarrolla (mujer, joven...) y del tipo de actividad, para facilitar su establecimiento fuera del meollo central o beneficiar a las que localizadas en el centro de Asturias promuevan el teletrabajo en las alas.
A la Administración le corresponde un papel ejemplarizante, procurando que sus funcionarios, ya sean de los cuerpos de administración general o sanitarios, educación etc., vivan (empadronados) en aquellos lugares donde desarrollan su trabajo, mediante bonificaciones en el salario.
Será necesario hacer un cálculo aproximado de lo que puede costar implementar este nuevo enfoque, pero teniendo en cuenta que la población potencialmente beneficiada es, por desgracia, muy poca y que las ayudas serían progresivas en función del alejamiento al centro, el coste puede ser inferior al que en principio pudiera parecer, teniendo en cuenta además que la Unión Europea en su actual periodo de programación contempla la discriminación positiva de las regiones con problemas de despoblamiento en el reparto de sus fondos.
Se trata, en resumen, de poner el foco en el mantenimiento de actividad económica en el mundo rural mediante ayudas directas a la renta para la mayoría de los autónomos y las actividades relacionados con la agricultura/ganadería, independientemente de su cuenta de resultados y mediante importantes bonificaciones fiscales y otros incentivos económicos, cuando se trata de empresas y sus trabajadores, que compensen las desventajas de radicación (costes de movilidad, transporte y de accesos a los servicios y mercados).
Solo si hay 'de que vivir' en la zona rural, invertiremos la tendencia de despoblamiento. Según la idea aquí expuesta costará dinero, pero la situación actual ya no admite andar con paños calientes.
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