De danza prima al último vals
Hola abuela¡ ¿recuerdas qué le respondías al abuelo cuando te decía?: «ya lo haré mañana mujer. No corre prisa».
'Claro que me alcuerdo fiu: « ... los paisanos creyeis que vais durar siempr», tais aplazando siempre toes les coses como si nun hubiera fin.'
Pues, como bien sabes, no solo los hombres nos vamos y hoy le ha tocado a la mujer más importante en la historia de Radio Gijón EAJ 34 'La Voz de la Costa Verde'.
'Nun me digas que murió Maripaz? Prubina pero en'os últimos años desconetó de too. Nun'ai más que robos, pelees, desprecios incluso asesinatos y naide quien nos defienda. Nun quiso saber más na de'sti mundu de mierda desde fai munchu tiempu, así nun se enteraba de na e incluso paecía feliz. Nin siquiera se'nteró de que'i morría el su Andrés de la nuechi a la mañana'.
Sí. ¡Que pena¡ Lo elegante y sonriente que la paseaban por esta ciudad que hizo suya desde el día en que llegando de la Capital puso un pie en ella.
Es cierto que antes por Radio Gijón pasaron otras mujeres como Charo Granados, Fé Suberviola, Pilar Vega, Elisa Fernández, Pepita Embil, Josefina Pérez Gallego, Milagros Rodríguez, Carmen Aguiloche, Mari Emi Fernández, Susana Merediz o Carmen Lagar, pero nadie como ella representa la imagen femenina de Radio Gijón junto a la masculina del recordado Casimiro Álvarez.
¿Sabes cuál es el problema, abuela? Que fallece con más de 90 años y, salvo tú, apenas le quedan coetáneos que la recuerden. Ni siquiera los distintos gobiernos municipales quisieron recordarla y ofrecerle en vida el homenaje que se merecía.
Luchó por los derechos de la mujer, cuando nadie lo hacía, a través del programa 'Clasificado F', informó a diario de las vicisitudes de Gijón y alrededores, y logró con su fuerza y vitalidad reivindicar la ahora 'popular' 'Danza Prima' que sigue hermanando a las gentes de ambos lados del mar en las fiestas locales. Pero nadie ha tenido nunca la decencia de darle a Maripaz Lucas Santamarina lo que era suyo.
Se ha ido en silencio, sin decir palabra, como si todas las hubiera dejado en su radio del alma, pero con esa dulce sonrisa que la acompañaba a diario.
Todo tiene su final, y aunque no pintes nada aquí, siempre habrá alguien que se apene por tu partida.
No te enterabas absolutamente de nada en estos últimos años Maripaz, y creo que fue lo mejor que te pudo pasar. Recuerdo un día lo apesadumbrada que estabas porque en el informativo, leyendo las notas que os hacía José Luis Rubiera, leíste: «La temperatura del agua en la iglesia de San Lorenzo es de 18 grados» pero ten por seguro que si hay alguien 'ahí arriba' también se habrá reído y te lo recordarán con cariño. Descansa en Paz. ¡Ah¡, hay otra 'Paz' en la ciudad, que merece un reconocimiento. No esperen, como en este caso, a que no haya tiempo.
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