Cuéntalo en EL COMERCIO
Eso me dijeron varias personas tras leer una entrada que publiqué en la red social, aún a sabiendas de que no serviría para nada, ni ... el señor Barbón, ni el gestor de la sanidad del Principado de Asturias, me leerán . Es historia personal pero que estoy segura afecta a muchos mayores; y como además, mi padre decía que «lo que no se publica en EL COMERCIO no existe»: pues voy y lo cuento. Suelo pasar parte del invierno en un municipio alicantino que pertenece a Alfas del Pi (famoso por su festival de cine); municipio que tiene 20.000 habitantes de los cuales 12.000 son extranjeros (fundamentalmente jubilados nórdicos), a los que se les ofrece una sanidad de primera, no en vano invierten allí su jubilación. Como es lógico los alfasinos gozan de idénticas atenciones y yo, si hubiese estado más atenta también hubiese podido beneficiarme de lo que ahora explicaré. Este invierno hicieron una campaña para vacunar a los mayores de 65 años del herpes zóster, a sabiendas que la famoso 'culebrilla' causa verdaderos estragos entre la gente mayor, máxime si en nuestra infancia padecimos la varicela (casi todos los de mi edad) porque el virus queda latente y suele reaparecer a partir de los 50 cuando el sistema inmunológico se va debilitando.
Yo conozco a varias personas que lo padecieron y es doloroso e invalidante. Luego, la vacuna, viene que ni pintada. Pero, listilla yo, dije muy convencida que yo me vacunaría en mi tierra, en mi querido Principado de Asturias. Sin saber que aquí, por una normativa que seguro no hizo un médico, sólo se vacuna a los que tiene 70 años (esos justos, no a partir de ) y a los que tienen 80 (de nuevo edad fija, no después).
Curiosamente me pilla en la franja del medio y mi querida doctora del centro de salud Puerta de la Villa , que me atiende de maravilla, me dijo que no, que las normas eran esas. Le pedí una receta para comprar la vacuna y ponérmela, no me apetece arriesgarme. Pues dicha vacuna me costó 217 euros la primera dosis y otros 217 me costará la segunda (pues son dos). Luego en la farmacia me informaron que al estar transferida la sanidad cada comunidad tenía sus normas. También que incluso había vacunas infantiles que si las querían poner tenían que pagarlas. Después me fui enterando que en otros centros de salud, probablemente inteligentemente y en beneficio de los pacientes mayores, las ponen sin ningún problema. En mi red social han ido apareciendo vacunados/as en distintas franjas de edad, yo diría que en el momento que por edad era conveniente. Yo he comprado la vacuna ( que tengo en mi nevera por indicación farmacéutica) y me la pondré esta misma semana. Pero se me ocurre que habrá mucha gente mayor que no podrá pagar esos 434 euros que cuesta y que si viene la culebrilla…
Por cierto, la norma también dice que se les puede poner a quienes hayan tenido la enfermedad al menos dos veces. No merece comentario, sí reflexión por parte de quienes seguro que no me leerán. Pero queda contado, como me pidieron.
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