Los niños primero
Los niños primero' es una ley de naturaleza humana, unida a contextos humanitarios, sociales y culturales, que Unicef recogió (aunque con otras palabras) en los ... Derechos del Niño firmados en la ONU en 1989. Se trataba -y se trata- de proteger a los más vulnerables en cualquier circunstancia que ponga en peligro su bienestar y algo mucho más relevante: su vida. Hoy esto parece en algunas partes del mundo papel mojado. La cifra es espeluznante: alrededor de 15.000 niños y niñas han muerto o desaparecido en el conflicto de Gaza en el último año; una media de 1,3 niños cada hora. Pero eso no es todo, Unicef llega más lejos y nos cuenta que más de un millón pasan hambre, la mitad tiene menos de cinco años y ya padecen desnutrición severa. 120 trabajadores de Unicef están desplazados a Gaza, arriesgando sus vidas y asegurando que tienen el corazón encogido ante tanta muerte, tanta hambruna, tanta miseria. Y traigo esto a colación porque hace muchos años, cuando Unicef aterrizó en Asturias de la mano del hoy olvidado Pedro González Fuentes, yo pertenecía a la organización y entonces nos espeluznaba y nos animaba a trabajar la cifra de unos seis millones de niños menores de cinco años que morían por inanición, por una vacuna que costaba unas pesetas y por dejación de los países. Han pasado muchos años, y los niños empezaron a tener vacunas, comenzó a desparecer la hambruna y se lograron muchas cosas. Cuando leo hoy estas cifras y veo escenas de niños corriendo rodeados de miseria, o en hospitales con amputaciones, o envueltos en sábanas blancas en brazos de sus padres camino de dios sabe qué enterramiento, que la televisión nos ofrece, me siento tan triste como avergonzada por pertenecer a esta especie que nos llamamos humanos, pero carentes de humanidad. Puede que Gaza nos quede un poco lejos, pero son apenas cinco horas de vuelo, y por eso nos preocupa poco; pero tenemos más cerca, en Canarias concretamente, unos 6.000 menores que se hacinan en barracones (bueno campamentos, si prefieren) a la espera de que algún territorio español los acoja, que no digo que sea la mejor solución, ni tan siquiera que exista la obligación de acogerlos; pero se me ocurre pensar que algo habrá que hacer con ellos. ¿Dónde queda aquí lo de 'los niños primero'? A la frasecita le falta delante 'nuestros', nuestros niños primero; para los otros no tengo respuesta, aunque sí lagrimas por su dolor; y vergüenza, mucha vergüenza por mí y por todos los que pudiendo hacer algo permanecen en sus despachos sin mover ficha. Otro día tocaré el tema de la infancia en nuestro Principado, aunque adelanto que nada que ver con lo mencionado, pero interesante.
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