La ciudad residual de Perlora
Aunque a estas alturas se sabe que en política todos mienten, pero unos más que otros. Sí se ve que algo muy oscuro y letrinal ... hay en todo este asunto de la Residencia de Perlora. Quiere decirse, que este problema, esta cuestión, este affaire –o como ustedes lo quieran llamar– huele a podrido, a retrete público atascado. Dirigentes políticos y sociales vienen diciendo (desde hace años) milongas, cuentos, mentiras, historias, bla, bla, bla… No se entiende cómo Carreño ha podido ser tan manso cordero ante tanto descalabro y tanto rufián.
En este asunto han callado casi todos, los buenos y menos buenos, jóvenes y mayores. Sólo a unos pocos se les ha oído protestar al ver como uno de los lugares más hermosos de la costa asturiana, ha sido envilecido por la basura de los malos ciudadanos y por el abandono de la Administración del Principado.
Sí, en efecto, la llamada Residencia de Perlora, o Ciudad de Vacaciones, fue construida, por los años cincuenta del siglo pasado, para uso y disfrute de la clase trabajadora. Pero, claro, a algunos políticos les jode porque se construyó durante el régimen de Franco. Y así, de este modo, a este lugar incomparable de la costa de Carreño, le fue ahogando el resentimiento político, tal como si una cosa tuviera que ver con la otra. Y fue con Tini Areces (expulsado del Partido Comunista en una reunión celebrada en el espléndido edificio central de la Ciudad Residencial de Perlora) cuando, siendo ya él presidente de nuestra autonomía, se derriba este edificio con la disculpa (falsa) de que estaba afectado de aluminosis.
A todo esto, el actual alcalde de Carreño dice estar muy preocupado por este asunto. Pero aquí la preocupación vale de muy poco si no se dan pasos y se ponen luz y taquígrafos, cosa, que, por otra parte, entiendo que no debe ser fácil, puesto que todo esto está ya bastante fuera de punto. De cualquier forma, uno ya sabe a estas alturas de la vida que es muy difícil hacer compatibles la política, la moral, la teoría y la realidad. Y en esas estamos de nuevo con la que yo llamo Ciudad Residual de Perlora.
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