El líder que Europa no tiene
Súper Mario', como es conocido el economista italiano Mario Draghi (Roma 1947), ha sido galardonado con el Premio Princesa de Asturias de Cooperación Internacional del ... año 2025 y, pocas veces, un galardón será tan merecido.
Mario Draghi, hombre con gran formación económica y financiera, dejó su huella en el Banco de Italia, en Goldman Sachs y en el BCE durante ocho años (2011-2019), cuando tomó el relevo de J. C. Trichet. También fue Primer Ministro en Italia, un país casi ingobernable, y consiguió que el 69% de los italianos estuviesen a favor de su gestión.
La concesión del galardón hace referencia al gran papel desarrollado por Draghi al frente del BCE, como salvador de una UE y un euro que se tambaleaban, ante la crisis de la deuda pública originada por el crack de las hipotecas subprime. La gestión de Draghi, dando seguridad a los mercados, con su famosa frase «whatever it takes», (lo que sea necesario), dejando claro que no escatimaría medidas de apoyo para evitar un cataclismo en la deuda pública de los países sureños, lastrados por un déficit público insostenibles y por una gestión del dinero público lamentable, supuso un balón de oxígeno para el continente en unos momentos muy difíciles. Draghi siempre será recordado por aquella frase.
Lo que conocemos como UE y como euro, se debe sobre todo a dos personas. Por un lado, al canadiense Robert Mundell, padre de la Teoría de las ZMO (Zonas Monetarias Óptimas) y creador intelectual del euro, y a Mario Draghi, que lo mantuvo con respiración asistida y sacó a la UE y al euro de un estado comatoso. Mundell ya recibió el Premio Nobel de Economía del año 1999 y ahora, Draghi recibe este galardón, siendo un muy firme candidato a ser también Nobel de Economía en un futuro cercano. Además, ante el páramo de liderazgo político que asola a la UE, Draghi asumió un papel de 'presidente de facto', algo muy beneficioso para el timorato continente, y aconsejó caminar hacia una deuda pública europea única.
Su penúltimo servicio a la causa europea fue elaborar, a petición de Ursula Von der Leyen, el documento 'The Future of European Competitiveness', en el cual advierte de que vamos hacia una Europa dependiente en grado extremo, una Europa vaciada industrialmente, volcada en servicios y principios huecos 'quedabien' de esos que aportan cero para el bienestar y supervivencia de un continente decadente y acomplejado.
Es curioso que le reprochen a Draghi ser un tecnócrata, como si fuese mejor liderar un gobierno, un ministerio o un banco central siendo un ignorante. Si Europa quiere frenar el declive acentuado que vive y ser algo más que un parque temático que visiten los asiáticos, tendrá que hacer y decir «whatever it takes», (lo que sea necesario), aunque resulte impopular, ante la demagogia barata imperante.
¡Benvenuto Mario!
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