Una de las últimas grabaciones que se conservan de Quini se hizo en el campo número uno de Mareo, vestido de calle y anotando un ... gol. Definió que 'esto es la metáfora de la felicidad', frase atribuida al periodista Tony Fidalgo, amigo suyo y excompañero en los desaparecidos Bosco y Ensidesa mediada la década de los 60. El nombre de Quini simboliza el gol. Es la razón del fútbol. Los principales artilleros del fútbol asturiano serán homenajeados esta tarde.
La fiesta del gol fue una idea del popular aficionado Sergio Puente y puesta en marcha por el irrepetible Pepín Braña al frente de la Federación de Peñas Sportinguistas. Fue en 2007. En la presentación de los trofeos, el 'Brujo' fue el primer galardonado como símbolo de los premios. El acto tuvo representación municipal, consejeros y exfutbolistas, así como el entrenador Preciado y los futbolistas Roberto y Neru.
A partir de la temporada 2007-2008, con el respaldo de EL COMERCIO desde el primer momento, cada septiembre, coincidiendo con el cumpleaños del mítico goleador, se entregaba la estatuilla a los principales goleadores de cada categoría. Después de un paréntesis iniciado por los efectos de la pandemia, Jorge Guerrero recuperó este año estos premios, una vez reintegrado con dedicación total a la Federación de Peñas Sportinguistas, tras una etapa de tres años en Aficiones Unidas.
El acto es una fiesta del fútbol asturiano. La XIV edición contará con la presencia de David Villa, un referente del gol. Fue dos veces mejor realizador del Sporting y tiene el récord goleador en la Selección Española.
El gol es una asignatura pendiente en el actual Sporting, con una colección de delanteros incorporados desde el descenso de 2017 que deja atónito a cualquier aficionado. Los únicos que tuvieron alguna época de cierto éxito fueron Djuka, irregular con tres campañas aceptables y otras tres de desencanto, y el uruguayo Santos, el mejor registro de todos. Después se fueron integrando Scepovic, con una decepcionante segunda etapa, el británico Blackman, el venezolano Eric Ramírez, Campuzano, Álvaro Vázquez, Mario González, Cristo González, Jeraldino, Milovanovic y Caicedo. Algunos de los citados tuvieron un paso casi testimonial y unos registros aterradores, con unas inversiones que ayudaron a lastrar los desfases negativos de cada ejercicio económico.
Aunque el gol es lo más difícil del fútbol, tampoco en Mareo se vislumbra un trabajo de formación de jugadores con olfato de portería. Por lo menos, no se aprecia confianza de los técnicos con los chavales.
La añoranza de un goleador en el Sporting tardará en difuminarse. No tener técnicos con una correcta visión de fútbol provoca un lastre deportivo y económico. Es un problema que en el club gijonés debe resolver Orlegi. Hoy lo que toca es celebrar la fiesta del gol, la esencia del fútbol y la metáfora de la felicidad.
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