Mejor servicio del AVE

Ya se vendieron 160.000 billetes de la alta velocidad que une a Madrid con Asturias. Pronto se pondrán a la venta otros 200.000, con un precio inferior a los veinte euros. Hay 5,5 millones de euros reservados en los presupuestos para la promoción nacional e internacional del Principado, que repercutirán, en buena medida, en más viajeros para el AVE. La evolución en el mercado de la línea de alta velocidad, Madrid-Gijón, cumple las expectativas y todavía falta la mejora del tramo Lena-Gijón, que hará, aún, más competitivo el viaje.

Aunque el 30 de noviembre del pasado año entró en servicio la variante de Pajares, la mayoría de las mercancías siguen siendo transportadas por la antigua rampa de Pajares. En los primeros dieciocho días de enero circularon 104 trenes de mercancías hacia la meseta, 84 de ellos a través de la rampa. La variante se construyó para tráfico mixto, pero no se dieron las condiciones para canalizar todo el tráfico de mercancías por la variante. En primer lugar, se dio prioridad a los trenes de viajeros, dedicándose a ellos la formación de los maquinistas. No obstante, la principal razón para mantener la gran mayoría del tráfico por la rampa fue la falta de adecuación de los trenes al sistema de seguridad dictado por Bruselas. Las locomotoras previstas para prestar el servicio operan con un sistema de tráfico basado en el control del maquinista. Sin embargo, la directiva comunitaria señala que deberían disponer del Sistema Europeo de Gestión del Tráfico Ferroviario (ERTMS), asentado en un mecanismo automático que pone al abrigo del error humano. La variante está equipada con este sistema, mientras que los trenes no lo llevan por problemas de suministro del fabricante al estar sometido a una fuerte demanda. Una circunstancia ajena a las locomotoras elegidas acaba condicionando el servicio que se presta. Una vez más los errores o carencias de los suministros afectan a las líneas ferroviarias asturianas. El Ministerio de Transportes solicitó a la Comisión Europea que introdujera una excepción en la normativa para que 58 locomotoras pudieran remolcar mercancías por la variante. Bruselas acepta la petición, sin la cual la mayoría de las mercancías seguirían pasando por la rampa, pero a cambio de determinados compromisos como la reforma del tramo Lena-Gijón, que el Gobierno pretendía dejar para después de 2030. El hecho de estar incluido en el Corredor Atlántico hace que el tramo Lena-Gijón esté obligado a tener capacidad suficiente para la circulación de convoyes de mercancías de 750 metros de longitud. En cuanto a las locomotoras, la Comisión Europea pone plazos para estar adaptadas al nuevo sistema de seguridad: finales de 2025 para las doce máquinas de Renfe, mientras que las otras empresas que las suministran, Alpha Train y Medway, asumen como fecha límite el 30 de junio de 2028 para las cuarenta y seis locomotoras restantes. Con el respaldo de la Comisión Europea a la creación de la macrorregión atlántica, la reforma del tramo Lena-Gijón se convierte en la gran prioridad. Una infraestructura clave para convertir a Asturias en polo logístico del Cantábrico, como planteó el Principado en la cumbre de Oporto.