Nuevo error ferroviario

La liberalización se nos decía que, en base a la competencia entre operadores, iba a significar un aumento de la cuota de mercado del ferrocarril de mercancías. En aquellos momentos esta cuota se situaba en el 4%, una cifra bajísima en comparación con la media de los países europeos, que estaba en el 16%. La realidad ha demostrado que la liberalización ha sido un fracaso ya que ni siquiera alcanzó el 30%, quedando en manos de RENFE el 70% restante. Además, no han sido capaces de adquirir tráficos nuevos ni de aumentar los que había y hoy en día la cuota de movimientos de mercancías por ferrocarril en España ronda el 3%.

Asturias es junto a Cataluña la comunidad que más mercancías mueve por ferrocarril de España. En el Principado se mueve el 20% de las mercancías por tren, destacando el tráfico de productos siderúrgicos por la localización de Arcelor tanto en ancho métrico, vía Etxebarri, como en ancho Ibérico, vía Sagunto. La sociedad de Mercancías de Renfe ha decidido ahora dar un paso en el proceso liberalizador en las mercancías en ancho métrico. Ha cedido el transporte, principalmente de material siderúrgico de bobinas de Arcelor entre las factorías de Trasona y la de Etxebarri, a la empresa Constru Rail, participada por Renfe (49%) y Continental Rail (51%), del grupo ACS. Para ello, pasará a los maquinistas adscritos a dicha sociedad a Renfe Viajeros, que anteriormente ya había prescindido de otro número importante de trabajadores de Mercancías de Ancho Métrico de diversas categorías profesionales. La compañía también nos ha anunciado que traspasará las locomotoras a la sociedad de Alquiler de Material para alquilarlas a Constru Rail. Serán concretamente seis locomotoras de la serie 1600. Del mismo modo, nos ha comunicado que el mantenimiento de esas locomotoras y de las plataformas de material remolcado se hará en los Talleres de Candás por una empresa externa, restando dicha carga de trabajo de los Talleres de Fabricación y Mantenimiento. Curiosamente, Constru Rail, ha mostrado recientemente, mucho interés, para su entrada dentro del proceso de liberalización del ferrocarril, como empresa para mantenimiento de material ferroviario para los distintos operadores existentes y que puedan surgir.

Este proceso liberalizador de la sociedad de Mercancías planteado en el ancho métrico, que hacen argumentando que la empresa es deficitaria, es un ejercicio liberalizador de manual. Llevan a cabo un cambio de empresa en la gestión (público-privada) para tener una salvaguarda pública en caso de pérdidas y cambian unos trabajadores por otros. Para la UGT esto significa claramente la constitución de un ferrocarril de mercancías de bajo coste, donde los trabajadores son la primera moneda de cambio. Se pierde empleo fijo y con derechos y se crea empleo temporal y en precario.

Desde la UGT no compartimos esta decisión de la dirección, ya que entendemos que el tráfico de bobinas por Ancho Métrico desde Trasona a Etxebarri, aprovechando nuestra infraestructura ferroviaria por el Cantábrico, se podría hacer y gestionar con medios propios y además ser rentable. De hecho, en el pasado y gestionado por Feve así se hizo y se llegaron a transportar 700.000 toneladas de bobinas al año, siempre con fiabilidad y regularidad, cuestión exigida por Arcelor. Actualmente se mueven 300.000 toneladas.

Precisamente, desde UGT, siempre hemos pedido y defendido que en las cuentas de resultados habría que incluir los costes y las ventajas que ofrece el ferrocarril en comparación con otros modos de transporte como la carretera. Conviene recordar que el ferrocarril ofrece mayor eficiencia energética y reducción de emisiones de CO2, o sea, menor contaminación, saturación y siniestrabilidad. A pesar de ello, dichos costes externos nunca han sido incluidos desvirtuando la realidad de lo que significa un tráfico de mercancías por ferrocarril y sus beneficios para el conjunto de la sociedad. Probablemente a partir de ahora, en la contabilidad, igual admiten esos costes externos y lo que antes era deficitario e inviable desde lo público, se vuelva rentable y totalmente necesario desde lo privado.

Estos procesos de liberalización se hacen siempre siguiendo unas pautas que todos sabemos y conocemos. El plan se inicia con el paulatino deterioro desde la gestión pública para luego, desde la insostenibilidad económica, poder hacer concesiones a empresas privadas que ya saben de antemano que esos tráficos van a ser rentables, como es la situación que se produce ahora en el ancho métrico. El interés de la empresa vasca Eusko Trenbideak es una prueba más de la rentabilidad del tráfico de bobinas y de su futuro.

Por todo ello, desde UGT queremos dejar bien claro que aunque la organización de la empresa es competencia de la dirección, conviene decir la verdad en este proceso de liberalización y advertir de sus perjuicios. Desde hace tiempo se viene mintiendo y demonizando lo público y su gestión con escasa inversión, tanto en la infraestructura como en el material. El proceso de liberalización se inició con las mercancías, sigue con la alta velocidad y posteriormente llegará a las cercanías y al mantenimiento del material. Estamos ante una nueva etapa en la historia del ferrocarril. La realidad es que el ferrocarril es un medio de transporte necesario e imprescindible para el desarrollo de un país y una sociedad, tanto para transportar viajeros como para las mercancías. Desde UGT entendemos que sólo desde la gestión pública se puede garantizar un ferrocarril de calidad cuyos servicios y beneficios redunden en toda la sociedad.