Desnudar al santo
La expresión 'trampa saducea' procede del Evangelio, pero la popularizó el gijonés Torcuato Fernández Miranda cuando en el ocaso del franquismo un grupo de procuradores ... en Cortes le instaron a que dijese sí o no a las 'asociaciones políticas'. Torcuato respondió con argumentos entre gongorinos y lógicos que la pregunta era una trampa saducea. Si se acepta, malo, y si se refuta peor. La política es un continuo juego de trampas saduceas. Por ejemplo, con la cacareada 'quita de la deuda', que, al margen de comparaciones entre las autonomías, a usted, a mí y a los cotizantes en Asturias, de los mil y pico euros que dicen que nos quitan, nos van a meter en nuestro bolsillo cero euros. En el mejor de los casos, la misma cantidad que nos van a quitar con la quita.
Quienes defienden el cierre provisional del Museo Piñole, de una manera implícita están enfrentando el albergue y digno acompañamiento de las mujeres víctimas de los malos tratos, con la permanencia del Museo en el antiguo asilo Pola. Es una mera trampa saducea, en la que no se debería ni entrar ni caer. Entre otras cosas, porque nadie está en contra de que las dependencias del museo dejen paso a las oficinas de Política de Igualdad, siempre que sea a su debido tiempo, o sea, cuando el edificio anexo a la Tabacalera no sea una entelequia.
El Gobierno local, que presume de ser dialogante, explicará la controvertida decisión sobre el Museo Piñole. Dialogar no es solo explicar las razones propias, sino escuchar las de los demás. Y si estas son convincentes, cambiar de opinión, como se hizo cuando se quería cambiar el nombre de la calle de la Merced por el de José Manuel Palacio. Por cierto, si el traslado fue proyectado hace 17 años, menos mal que no se ejecutó. Hoy no habría Museo. Al Ayuntamiento no se le pide que renuncie al traslado de los fondos, sino, sencillamente que sepa esperar. Y que no desnude atropelladamente a un santo, para vestir a otro.
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