Relanzar la red de cero a tres
El Principado y las educadoras deben llegar a un acuerdo que impulse el proyecto de 'Les Escuelines'
El pasado jueves, día 13, se cumplió un año de la aprobación de la ley que regula la Red Autonómica de Escuelas Infantiles (de cero ... a tres años). En la red hay dos tipos de centros, los construidos por impulso del Principado que están gestionados por la Consejería de Educación y las escuelas infantiles municipales que se integran libremente en la red. En la segunda modalidad hay un colectivo diverso, porque las condiciones laborales no son homogéneas en los ayuntamientos. En la actualidad hay abiertos 42 centros (22 de procedencia municipal y 20 inaugurados por el Principado), con casi un millar de niños, asistidos por más de ciento cincuenta técnicas de educación infantil.
La red crece más despacio de lo esperado; se han inaugurado sólo veinte de los treintaiún centros que componían la primera fase. La mayor dificultad del proyecto está en la integración de las escuelas municipales. La ley señalaba un periodo de seis meses para ejecutarla, pero la realidad es más compleja. El problema tiene raíces antiguas. En 1990, la LOGSE reguló los dos ciclos de Educación Infantil, dando paso a un debate sobre la naturaleza del ciclo inicial de cero a tres años: ¿etapa educativa o prestación social a las familias? El Principado se movió en la indefinición y los consistorios asumieron la atención a los niños de esas edades, pese a que los ayuntamientos apenas tienen competencias educativas. La red creció de forma desordenada, aunque a partir de la LOE (2006) quedó más definido el perfil educativo de la etapa de cero a tres.
En la actualidad se elabora un reglamento de organización y funcionamiento de estas escuelas, pero el personal de los centros ha pasado de las quejas a las movilizaciones, con tres días de huelga en noviembre. El pasado jueves fue el primer paro, con un gran seguimiento, aunque la Consejería de Educación dio unas cifras muy bajas, sin tener en cuenta que el 50% de la plantilla prestó servicios mínimos y sin computar las bajas laborales. Como los desencuentros entre el Principado y las educadoras se arrastran ya desde el inicio del proyecto de 'Les Escuelines', da la sensación de que falla la comunicación entre las partes. La consejera, Eva Ledo, propuso la pareja de educadoras en cada aula, siempre que la jornada semanal sea de 37,5 horas, recibiendo un complemento de 220 euros mensuales. No debería desdeñarse la iniciativa.
Las técnicas solicitan el reconocimiento del primer tramo de la carrera profesional. Como el resto de los trabajadores del Principado tienen derecho a los beneficios de la carrera profesional, pero deben negociarlo con la Consejería de Presidencia, que es la competente en todos los asuntos de función pública. También reclaman la inclusión en el grupo B de la Administración, lo que sin duda lograrán siempre que tengan el título de Técnico Superior en Educación Infantil.
La petición de recortar el calendario escolar para asemejarlo al que rige en el segundo ciclo (3-6 años) incide en la forma de organizarse las familias. El presente curso termina el 28 de julio, mientras que en las demás etapas educativas no universitarias finaliza el 19 de junio. Las modificaciones del calendario tienen que ser por consenso; hay que alcanzar el equilibrio entre los intereses de las partes.
Las discrepancias invitan a pensar que la red pública y gratuita de las escuelas de cero a tres se inició de una forma improvisada sin haber solucionado los problemas legales del personal que se trasvasa de los ayuntamientos al Principado y sin sopesar los costes de gestión. Una vez llegados hasta aquí hay que actuar con responsabilidad. Las propuestas llevadas a la mesa por la Consejería de Educación suponen un gran salto sobre la situación actual. Por otro lado, hay que tener cuidado con los procedimientos extraordinarios para favorecer la consolidación de plazas, no vayan a ser nulos. Modificar el articulado del convenio del personal laboral del Principado para cubrir las plazas de la oferta de empleo, orillando el concurso-oposición y la oposición, puede ser un falso atajo.
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