Un triunfo importante
Rogelio García
Lunes, 8 de diciembre 2025, 01:00
Mira que si lo tira y lo falla...». Esa fue quizás la frase más comentada los días posteriores al encuentro ante El Andorra. Era referida ... al visible enfado de Caicedo por no ser él quien ejecutara el penalti que propició un remate suyo.
Es una situación repetida, no agradable de observar. El futbolista demuestra confianza en sí mismo al querer tirarlo, es cierto, pero deberían de explicarle que si lo lanza y materializa el gol, el beneficio particular que sacaría sería mínimo comparado con la que se podría armar si por desgracia lo falla. La solución la tiene el míster y es sencilla. Solo hace falta evaluar riesgos. No está el horno para más bollos.
El partido de Copa, además del triunfo, dejó otras noticias positivas: las reapariciones de Bernal y Christian Joel, las buenas sensaciones de Queipo, el más que aceptable partido de los guajes, Iker Martínez y Manu Rodríguez, y la personalidad y solidez del juvenil Álex Diego, todo un proyecto de futuro.
El Sporting entró con intensidad al encuentro ante la Real Sociedad B, pero, una vez más, el equipo no disfrutaba, no se encontraba a gusto en el campo. Podría deberse a las conocidas limitaciones de la plantilla (más presentes cuando hay alguna ausencia) o a la poca confianza del míster en determinados futbolistas con los que apenas cuenta. O a la suma de ambas cosas.
Una consecuencia es, por ejemplo, ver a dos de los hombres más determinantes del equipo, Corredera y Gelabert, jugar fuera de sus puestos habituales. Se resienten los jugadores a nivel individual y, por ende, el juego colectivo del equipo, que mejora cuando el balón pasa por ellos.
El primer tiempo fue flojo en lo futbolístico. El Sporting, colocado en bloque medio alto, no pasó muchas dificultades, mostrándose firme en duelos individuales y en la estrategia defensiva.
Con balón había excesiva lentitud en ataque estático, escasa movilidad y pocos jugadores por delante del poseedor. El 0-0 al descanso era el reflejo de la igualdad observada.
En la continuación, Borja Jiménez mantuvo el 1-4-2-3-1 inicial, pero intercambió las posiciones de Justin Smith y Corredera, pasando el canadiense a jugar de enganche y el gerundense a organizar el juego, justo al revés de cómo estaban colocados de inicio.
Esa mínima variación posicional aportó mayor fluidez en el juego ofensivo, más velocidad en la elaboración y la aparición en el ataque de la segunda línea. Así vino el gol, en una perfecta conexión entre Diego Sánchez y Gelabert.
A raíz del 0-1, el 'Sanse' adelantó las líneas, intentando jugar en campo rival, pero apenas creó peligro por la buena organización defensiva del Sporting y el buen trabajo colectivo. Los apuros del final tuvieron más que ver con la frescura que aportaron los cambios al equipo donostiarra y el cansancio del cuadro gijonés que a una superioridad local que no fue tal.
Una victoria importante para cambiar la dinámica y mirar hacia arriba. Ya tocaba.
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