Fadila C. De origen marroquí, cumplirá 22 años el próximo mes. Aseguró que desconocía que su hijo estaba muerto, que se enteró por la Policía cuando fue detenida en León y que pensaba que el pequeño, de dos años, estaba al cuidado de su familia en Estepona.

La jueza imputa un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento a la madre del niño muerto en Oviedo y a su pareja

Decreta prisión comunicada sin fianza para ambos, les imputa además un delito de lesiones y otro de maltrato habitual y añade uno más de robo con fuerza para David F.

GONZALO DÍAZ-RUBÍN

Jueves, 13 de noviembre 2014, 16:56

La jueza titular del juzgado de instrucción número 3 de Oviedo ha decidido imputar un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento a Fadila C., la madre del niño hallado muerto junto a las vías del tren en La Argañosa, Oviedo, y a su pareja, David F. La magistrada, tras escuchar su declaración, ha decidido decretar prisión comunicada sin fianza para ambos. Además les imputa un delito de lesiones y otro de maltrato habitual. En su auto añade también un delito de robo con fuerza para David F.

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La pareja, ella de nacionalidad marroquí y de 21 años y él, David F., de origen español y de 33 años, fue detenida en las inmediaciones de un parque público del barrio de Las Ventas, en León, como presuntos responsables de la muerte violenta del menor, cuyo cadáver fue encontrado en el interior de una maleta en las proximidades de la vía férrea. La magistrada ha anunciado que mañana levantará el secreto de sumario del caso. Fadila C. y David F. han sido trasladados a la cárcel de Villabona.

La abogada de oficio Belén González aseguraba ayer ante la Policía que la joven marroquí sospechosa de la muerte de su vástago, de dos años desconocía los hechos: «Fadila no sabía que su hijo estaba muerto, se enteró después de ser detenida por la Policía».. Según la versión que expuso ante los agentes durante un interrogatorio de cerca de tres horas de duración, su pareja David F. le habría dicho que había mandado al pequeño con los parientes de la joven, a Estepona, Málaga, y ella así lo creía. «Pensaba que luego, en unos días, iban a ir a recogerlo», relató su letrada. Algo así había contado Fadila C. a una vecina días antes del suceso: que habían mandado a su hijo con la abuela materna a Málaga ante las dificultades económicas para mantenerlo. También, que estaba embarazada de nuevo, como adelantó este diario.

Fadila creía que la huida con su pareja tras el crimen, que acabó con su detención en León al entregarse a la Policía, respondía a los problemas «en el trabajo» de David F. Había sido despedido del taller del automóvil en el que trabajó hasta octubre en La Tenderina tras un robo de maquinaria y material, en el que se desconectaron las cámaras de seguridad y que los propietarios del negocio denunciaron ante la Policía.

La joven, de 22 años, aseguró ayer a los agentes que su pareja «no le dejaba ver los informativos y que cambiaba de canal», con el ánimo de ocultarle los hechos y el operativo policial montado tras el descubrimiento, el pasado lunes, día 3, del cuerpo del pequeño, amortajado con una chilaba, en el interior de una maleta abandonada junto a las vías del tren entre los apeaderos de La Argañosa y Vallobín.

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Fadila C., según su abogada, se mostró «tranquila» durante su declaración ante los agentes en la Comisaría de Oviedo, «salvo cuando le hablaban del niño».

Lo contrario que su pareja que permaneció «muy afectado y compungido». La madre de David F., en declaraciones a la televisión autonómica gallega, TVG, afirmó que «se había entregado llorando». «Si son personas, tienen que estar muy mal, pero tienen que pagar, tienen que pagar porque la criaturita no tiene ninguna culpa», declaró. Las lágrimas del acusado también obligaron ayer a interrumpir varias veces el interrogatorio en la comisaría de Oviedo.

Exculpa a la madre

David F. prestó declaración durante cuatro horas. Lo hizo, según su abogado de oficio, Eduardo Rueda, «muy compungido y arrepentido en la parte que le toca», pero también con ánimo «colaborador». No rechazó ni dejó sin responder ninguna pregunta. Ante los agentes desgranó su relato de lo sucedido entre dos días antes de la muerte del pequeño Imran en una vivienda de alquiler que ocupaban en Vázquez de Mella y el momento de su entrega a la Policía Nacional, el martes en un parque público del barrio de Las Ventas de León.

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Los detalles de su testimonio quedaron amparados bajo el secreto de las actuaciones decretado por la jueza Begoña Fernández, titular del Juzgado de Instrucción Número 3 de los de Oviedo, que no limitó a su compañera letrada. Apenas trascendió que David F. exculpó a su pareja de la muerte del menor y que atribuyó esta, ante los agentes, a un mal golpe suyo en medio de una de las habituales peleas de la pareja iniciada tras consumir sustancias estupefacientes. Los vecinos ya habían alertado de episodios violentos en el piso.

Sería la misma versión que expuso en su declaración preliminar en León y antes de ser trasladado a Oviedo, según recogía en su edición de ayer el Diario de León. El examen forense realizado en el Instituto de Medicina Legal halló, sin embargo, múltiples lesiones en el cuerpo del pequeño Imran. Vecinos del barrio habían apreciado en otra ocasión que el niño, de 2 años de edad, cojeaba, pero la pareja les explicó entonces que se había caído de una banqueta.

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Después de tres horas de interrogatorio, agentes de la brigada Científica tomaron muestras de ADN de David F.. Tras leer la transcripción de su testimonio, rubricarla y reunirse con su letrado, el coruñés, de 33 años de edad, volvió a ser llevado a calabozos, donde permanece detenido y aislado de Fadila C.. Ambos, previsiblemente, pasarán a disposición judicial a lo largo de esta mañana y será la jueza la que determine las medidas cautelares a aplicar a cada uno. El abogado de David F., Eduardo Rueda, estimó que «lo normal» sería que la jueza decretase su ingreso en prisión provisional.

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