25 años al lado de las otras víctimas

«Estoy devolviendo el favor que la Asociación de Familias de Proyecto Hombre me hizo cuando llegué mal. De esto hace 23 años». La que habla es Charo López, una voluntaria de este colectivo formado por mil familias que también son víctimas de la droga. «Hace 20 años que tengo el alta terapéutica y ya no soy adicta a ninguna sustancia. Ni siquiera al tabaco porque no fumo desde hace once años», relató Charo que, junto a otros dos voluntarios, Carlos Delaparte y Ubaldo López, intervino en el acto de celebración del 25 aniversario de la organización, nacida al albur de Proyecto Hombre.

Se llama Asociación de Familias, pero en realidad agrupa a colaboradores e incluso a personas atendidas en el colectivo matriz que, como en los casos de Charo López, Carlos Delaparte y Ubaldo López, acaban su tratamiento y se convierten en voluntarios. «Como beneficiario, Proyecto Hombre fue fundamental para mí, pero también lo fue la Asociación de Familias. Yo venía a Oviedo desde Infiesto y estaba hecho polvo. Primero solo mi madre me acompañaba al tratamiento, desde las nueve de la mañana hasta las dos de la tarde. Las actividades de la Asociación hicieron que, a los pocos meses, tanto mi madre como mi padre, se peleasen por acompañarme», escenificó Carlos Delaparte ante las decenas de personas que se congregaron en el salón de actos del Centro Residencial de El Postigo, un local cedido por el Ayuntamiento a la entidad. Entre ellas, una nutrida representación de la Corporación.

El alcalde, Wenceslao López, ponderó el «capital incalculable que supone la asociación». Y aseguró que Oviedo está en una buena senda de reducción de la drogadicción.

La Asociación de Familias Proyecto Hombre también gestiona una estructura de apoyo a personas sin soporte familiar o social durante la rehabilitación. Llegó a mantener una red de 5 pisos de acogida que se unificaron en el año 1999. El presidente del colectivo, Alfredo Velasco, subrayó está labor de acompañamiento en plena crisis: «Hoy en día, hay muchas familias que no pueden ayudar mucho económicamente a sus chavales. Desde la asociación les apoyamos para que puedan echar una mano y salir adelante». Una ayuda que corroboró el responsable de Proyecto en Asturias, Luis Flórez 'Floro': «Es la Asociación la que ha devuelto la sonrisa a toda esta gente». Los voluntarios del colectivo tienen un perfil muy variado: desde antiguos beneficiarios de los servicios de Proyecto Hombre a padres y madres, como la septuagenaria María del Carmen Cantalapiedra, de Mieres, que ayudaba a «llevar la contabilidad», Araceli Lorenzo, que no olvidará «la ayuda que dieron a mi hijo» o Marta González, que no tiene dudas de que «la Asociación es lo mejor que se puede tener».