El arzobispo se postra ante doce fieles en la Catedral para el lavatorio de pies

En una ceremonia cargada de simbolismo y recogimiento, la Misa de la Cena del Señor, la Catedral acogió este Jueves Santo, a las cinco en punto de la tarde, el tradicional lavatorio de pies, presidido por el arzobispo Jesús Sanz Montes.

En un gesto de humildad y servicio, el prelado se arrodilló ante cada uno de los doce miembros de la Adoración Nocturna, siguiendo el ejemplo de Jesucristo en la Última Cena cuando lavó los pies a sus discípulos.

Durante la homilía, el arzobispo recordó las palabras de Jesús y que hizo extensas a los asistentes que se congregaban en la nave central de la 'Sancta Ovetensis': «Lo que hagáis en mi memoria es lo que os pido que hagáis», evocando el sentido profundo de este gesto, que en tiempos de Cristo estaba reservado a sirvientes y más aún a esclavos. «El Maestro se arrodilló ante sus discípulos para mostrar que la verdadera grandeza está en el servicio» a los demás, expresó Sanz Montes, quien subrayó la importancia de vivir una fe comprometida, cercana y humilde y más en Semana Santa.

El acto litúrgico reunió anumerosos fieles como Lourdes Suárez : «Vengo todos los años a verlo y cada vez veo menos jóvenes», lamentó.

Las celebraciones en la Catedral continuarán este Viernes Santo, a la misma hora, con la misa de la Pasión del Señor a las cinco de la tarde y al finalizar la misma, se mostrará el Santo Sudario que, durante la Semana Santa y la semana de Pascua permanece descubierto en la Cámara Santa.

Tras la vigilia pascual del sábado, a las 21 horas, llegará el Domingo de Resurrección con la misa de pascua y bendición papal.

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