El Ayuntamiento de Oviedo extenderá la red peatonal durante la desescalada

Hay ventanas de oportunidad que se abren en los escenarios menos pensados. La red peatonal de Oviedo, instaurada a comienzos de los noventa, se frenó alrededor del Campo de San Francisco. Desde entonces, ha habido varios intentos para seguir tejiendo la malla. Como otros consistorios, el ovetense, a raíz de la crisis sanitaria, se propone, por un lado, facilitar la distancia social «ganando espacio para los peatones en algunas calles» y, por otro, «ayudar a reactivar el comercio y la hostelería» con la medida transitoria.

Así lo confirmaron ayer los concejales de Seguridad Ciudadana y Hostelería y Turismo así como fuentes de Infraestructuras, las tres áreas municipales concernidas en el proyecto para el que ya se ha formado un equipo de técnicos que espera tener lista la propuesta durante esta semana. «Estamos estudiando qué calles se pueden transformar en peatonales de forma provisional mientras dure la crisis», confirmó el edil de Seguridad, José Ramón Prado.

Según pudo saber este diario, Mendizábal y Ramón y Cajal serían las primeras y ambas peatonalizaciones nacerían con vocación de permanencia más allá de la desescalada, completando así el mallado del casco histórico. También la calle Paraíso, junto a la muralla medieval, cuenta con proyecto y presupuesto para suprimir la circulación de vehículos. Hay más. En la reunión celebrada ayer entre funcionarios de Seguridad Ciudadana e Infraestructuras, sobre la mesa estuvieron en la calle Marqués de Pidal y la avenida de Galicia. Sin embargo, uno de los criterios marcados es el de no tocar ninguna vía por la que pasen líneas de autobús urbano por lo que la populosa avenida y sus terrazas, quedarían fuera de la ecuación. «Hemos visto con la experiencia que una zona peatonal facilita la actividad de la hostelería y la actividad comercial, ahora mismo está todo en manos de los técnicos de licencias y seguridad ciudadana», abundó Alfredo García Quintana.

La primera jornada del largo e incierto camino hacia lo que el Gobierno llama «nueva normalidad» registró un notable aumento de la movilidad. Una cuestión que ya preveía el Ayuntamiento, que recuperó ayer los servicios y frecuencias habituales en el transporte urbano, y que llevará a que desde este viernes vuelvan las restricciones de tiempo al estacionamiento y la consiguiente tasa de la zona azul. Desde el Consistorio recomendaron ayer el pago a través de la aplicación de teléfono móvil para evitar el contacto con los parquímetros, pese a que el personal de la concesionaria hará limpiezas de los mismos. La zona azul supone para el Ayuntamiento unos ingresos anuales des 3,4 millones. Por lo que su suspensión desde el pasado 17 de marzo habría supuesto una merma de ingresos de más de 568.000 euros.