El Ayuntamiento de Oviedo pide al Principado la apertura del comercio y la hostelería con limitación de horario

El próximo lunes volverá a reunirse el comité de crisis de seguimiento de la covid. Hasta entonces, el Gobierno del Principado mantendrá las restricciones vigentes, como el cierre del pequeño comercio, a la espera de datos mejores. La hostelería, por su parte, permanecerá con la persiana bajada hasta nuevo aviso.

Unas medidas que no comparte el alcalde, Alfredo Canteli, que sigue pensando que al descalabro económico derivado de la pandemia solo se le puede plantar cara, dentro de lo que cabe, abriendo los negocios. Por eso, ayer instó nuevamente al Ejecutivo regional a permitir el reinicio de la actividad en bares y tiendas de proximidad, pero con límite de horario: hasta las seis de la tarde los locales de restauración y hasta las ocho de la tarde el pequeño comercio «para que al menos puedan trabajar un poco».

La situación de Asturias es complicada, «ahí están las cifras», admitió, pero «¿resolvemos algo cerrando una mercería donde hay una sola señora dentro y que tiene un acceso de personas controlado totalmente?», se preguntó. «Yo creo que no». «Tenemos que abrir, con mucho cuidado, pero la economía no se nos puede caer», advirtió.

A su juicio hay que equilibrar la balanza, colocar la «economía y el empleo» por un lado; y el virus y la respuesta sanitaria por otro, «porque si no a futuro esto va a ser un desastre». Siempre que «la gente se comporte», «todo puede convivir», y levantando la persiana de los locales se generará «empleo, riqueza y economía para subsistir todos» en tiempos de emergencia y cerrazón.

Un planteamiento que el regidor ya manifestó hace dos días en la reunión del comité. «Eso está pedido, las dos cosas». Sobre la reapertura del pequeño comercio, que este lunes volvió a manifestarse, es optimista: «Yo creo que lo vamos a conseguir, que se va a abrir y tengo confianza en que sea incluso esta semana», adelantó. Sin embargo, la vuelta de la hostelería «va a ser más difícil». «Va a hacer mucha falta que la curva baje de verdad para poder forzar un poco más», anticipó.

Los datos epidemiológicos no son todo lo halagüeños que deberían. Si bien anteayer se registró la cifra más baja de contagios de los últimos catorce días con 236 casos confirmados, ayer la cifra volvió a ascender a los 274. Fuera de datos globales, la ciudad no presenta los 'buenos' índices que tenía al inicio de este segundo estado de alarma. «Subimos un poco, pero no sé a qué es debido», declaró Canteli, para exponer a renglón seguido que aunque «el cierre perimetral no nos permite salir de Oviedo», «sí entra mucha gente que viene a trabajar» de zonas como «Gijón, Siero, Llanera y concejos que tienen bastantes problemas», apuntó antes de destacar «el comportamiento de los ovetenses, que es bueno, la Policía está funcionando francamente bien y el resultado es el que es». «Si no lo puede explicar el personal sanitario, difícilmente lo puedo explicar yo», razonó.

En cuanto a la ampliación de los cierres perimetrales -hace tan solo unos días pedía un trato «distinto» para las ciudades con mejores datos-, aclaró que mantuvo una reunión con el vicepresidente del Principado, Juan Cofiño, y «ninguno» de los dos tiene clara la efectividad de dichos cierres. «Yo no sé si es bueno o si es malo», argumentó. Lo que sí sabe, repitió, es que «no se soluciona nada cerrando los negocios, porque el postvirus va a ser mucho peor que el virus en sí», advirtió, al tiempo que solicitaba datos específicos diarios de la situación de Oviedo para hacer un seguimiento más al pormenor.

No solo hosteleros y pequeños comerciantes pasan por apuros. Los empresarios del ocio nocturno ovetense, agrupados entorno a la Asociación de Bares de Copas (Abaco), solicitaron anteayer al Ayuntamiento que se les exonere de las tasas municipales y se les devuelva, con carácter retroactivo, los pagos realizados en concepto de tributos municipales desde el pasado mes de marzo. El alcalde explicó al respecto que «estamos siendo muy sensibles con los autónomos, con el pequeño comercio y con todo», aun así, «es complicado, porque la ciudad tiene que seguir funcionando y me preocupa mucho el presupuesto del próximo año». Su razón para dejar la puerta tan solo entreabierta al estudio de la propuesta de los empresarios de ocio nocturno fue clara: «Tenemos lo que tenemos» y «el dinero no se estira». Pero aseguró que «lo vamos a mirar, claro que lo vamos a mirar, y si podemos, lo vamos a hacer, pero no me gusta decir algo que luego no podamos cumplir». De momento, paso a paso.