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La ciudad cuenta con nueve centros de estudio repartidos por la ciudad que ofrecen casi mil puestos de lectura. De acceso libre, desde este 2 de mayo y hasta el 4 de julio, el Ayuntamiento de Oviedo amplía los horarios para el 'maratón de exámenes', propio de la época. Así, centros como el de La Corredoria, La Florida, Santullano o La Ería abren de nueve de la mañana a doce de la noche, de forma ininterrumpida, todos los días de la semana. Una medida muy demandada por quienes tienen que hincar los codos.
Leticia González y Germán Cuervo han convertido el centro de estudio de Santullano, conocido popularmente como Los Prados, en su segunda casa. Ella prepara para las oposiciones de administrativo, mientras que él se enfrenta al exigente reto de conseguir una plaza como bombero. «En esta época viene muchísima gente, sobre todo universitarios», explica Cuervo. Aunque reconoce que tanta afluencia puede entorpecer un poco la tranquilidad habitual, le resulta una buena elección frente a una biblioteca con el consiguiente «tránsito constante de gente entrando y saliendo».
González no lo cambia por nada. «Nos parece genial que amplíen el horario para tener más tiempo para estudiar», dice. «Así hay más rotación de gente, no todo el mundo viene a primera hora, y eso facilita encontrar sitio si llegas un poco más tarde».
La ampliación de apertura de puertas supone un alivio también para las jóvenes Paz Rojo, Leticia Díaz y Carmen Martínez, de 19 y 18 años, que estudian Derecho y ADE y han hecho de Santullano su lugar de referencia. «Para nosotras, este centro es el mejor sin duda», coinciden. «Es grande, luminoso y ahora que amplían el horario, venimos prácticamente todo el día, incluso comemos aquí».
En el centro de estudios de El Vasco, Carlota Gutiérrez y Laura Meeuwsen aprovechan una pausa para un café y una charla rápida. Ambas estudian Química. «Este centro es mejor que una biblioteca para estudiar», sentencian ambas. Entre las ventajas, argumentan, se presta más a hacer trabajos en equipo que la clásica biblioteca, donde el silencio es norma estricta. «Aquí puedes comentar dudas o consultar sin sentirte mal por romper el silencio», añade Gutiérrez.
Con la llegada de la ampliación, Oviedo vuelve a demostrar que sigue siendo un refugio paran todo tipo de estudiantes: opositores, universitarios o colegiales que encuentran en los centros municipales un entorno adecuado para concentrarse.
A medida que avancen las semanas, los centros de estudios de todo Oviedo seguirán siendo testigos silenciosos —y cómplices— del esfuerzo diario de cientos de estudiantes que ya han empezado a ocupar sus mesas con apuntes, ordenadores y litros de café.
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