La demolición de los edificios del antiguo HUCA costará siete millones y empezará en 2025

Uno de los objetivos de la reunión era elaborar un calendario de lo que el presidente denomina un «proyecto clave de la legislatura» cuando se cumple una década del traslado de los servicios sanitarios a La Cadellada. Próximamente abandonarán la parcela el Centro Comunitario de Sangre y Tejidos de Asturias –irá al Parque Tecnológico de Llanera– y la lavandería –a Langreo– dejándola totalmente vacía.

El primer paso para su regeneración será la puesta en marcha de las demoliciones de aquellos edificios en los que «no hay manera de salvar nada, están estructuralmente mal, presentan problemas endémicos y hay que eliminarlos» para «mejorar la zona permitiéndonos rediseñar todos los usos posteriores», justificó Barbón. Fecha de inicio para estas labores aún no hay, pero el consejero Guillermo Peláez espera presentar en los próximos días el proyecto al Consejo de Gobierno. El proceso de adjudicación «durará unos siete meses». No será hasta 2025 cuando entre la piqueta en la parte alta de la ciudad, según las previsiones.

Estas demoliciones tendrán una fuerte repercusión en los presupuestos regionales. Si este año incluyen una partida de 1,95 millones para estos trabajos, en 2025 ascenderá para cubrir este contrato, cuya premisa será la reutilización de los materiales. «Hay que ver en cuánto queda la adjudicación definitiva, pero este capítulo supondrá un incremento considerable de la inversión del Principado en Oviedo», declaró Barbón.

El alcalde Alfredo Canteli salió contento de la reunión y explicó que «en paralelo, trabajaremos por los tres edificios que pasarán a la Universidad». Son Silicosis, Consultas Externas y Maternidad que albergarán las facultades de Ciencias, Formación del Profesorado e Ingeniería de Software, liberando así sus sedes de Llamaquique, favoreciendo la concentración de las sedes judiciales.

Un «tetris», en palabras de Barbón, en el que la Tesorería General de la Seguridad Social –propietaria principal del antiguo HUCA– tiene mucho que decir. Fue en noviembre cuando la Universidad le solicitó la cesión de estos tres edificios; una operación relativamente sencilla pero que se complicó al incluir las zonas verdes. Por esta razón, el Estado solicitó en enero información complementaria que la Universidad de Oviedo envió a mediados de marzo. «Lo que esperamos es que cuanto antes se resuelva este asunto que supone segregar porque no cede todo el terreno; sólo el espacio para las futuras facultades», el futuro campus B de El Cristo. «Aquí tendremos que cambiar el uso de cada edificio y, luego, hay que ir a por la recalificación del resto de los terrenos», matizó Canteli.

¿Qué pasará con los otros equipamientos? Es una pregunta que resolverá el nuevo grupo de trabajo que se abrirá a la Universidad cuando pase a ser parte fundamental de la operación.

Par la planificación del viejo HUCA se tirará del trabajo administrativo ya realizado y del proyecto 'Hucamp! La campa de todos', ganador del concurso internacional de ideas. No todo, sino la parte que les interesa del mismo que interesará conservar. «El trabajo previo hay que ponerlo encima de la mesa y ver, salvando las distancias o los cambios que han introducido las partes, qué nos interesa mantener» para la elaboración del documento final, señaló Barbón.

Ahora, les toca trabajar a los consejeros, al concejal y a los técnicos de ambas casas. Barbón y Canteli no estarán presentes en el resto de reuniones hasta que haya un «acuerdo definitivo», esperado para los «próximos meses». «Si a estos trabajos sumamos lo que está haciendo el Ayuntamiento con la plaza de toros, reordenaremos por completo aquella zona y en los próximos años se verán realidades», concluyó el presidente, mientras que el regidor espera que «durante este año haya reacciones muy importantes en este ámbito».