Más de dos mil jóvenes transforman la fábrica de La Vega de Oviedo en el escaparate tecnológico de Asturias

El resultado, una nave de cañones (4.000 metros cuadrados de superficie expositiva) repleta de stands donde se pudo descubrir el ecosistema científico y tecnológico y las fortalezas de la región en materia innovadora estructuradas en: Patrimonio y biodiversidad, industria inteligente y resiliente, agroalimentación, envejecimiento activo y saludable y energía y circularidad.

Así, los visitantes, que por la tarde volvieron a llenar la nave, aunque esta vez ya sin escolares, pudieron conocer de primera mano cómo funcionan los túneles de viento y saber que hay uno en Mieres, cómo se construye un monoplaza eléctrico de competición y proyectos de investigación en observación astronómica. Además, la presentación estrella de la feria: los visitantes han podido ver y tocar un simulante lunar, un material que imita al regolito de la superficie del satélite. Allí se ha podido aprender su importancia en la simulación de misiones espaciales y en el desarrollo de futuros hábitats terrestres. El stand ha servido para acercar al visitante, bajo proyecto de la Universidad de Oviedo, a la simulación de la habitabilidad de la Luna que se desarrollará en el antiguo pozo Santiago (Aller).

La inauguración de la feria contó con la presencia del consejero de Ciencia, Industria y Empleo, Borja Sánchez; la consejera de Educación, Lydia Espina; la concejala de Economía, Leticia González; la directora de la Fundación para la Investigación en Asturias (Ficyt), Mercedes Díaz Somoano, y autoridades militares que se acercaron a La Vega al socaire de las dos primeras ediciones de la feria cuando la propiedad del suelo correspondía al Ministerio de Defensa.

El consejero de Ciencia, Borja Sánchez explicó durante la presentación que «es una feria que tiene que servir para ser ese escaparate de lo que se hace en la ciencia asturiana. Y como punto a destacar, este año contamos también con 19 centros educativos, con esos proyectos que están supervisados por sus tutores».

Por su parte, Díaz Somoano afirmó que «el objetivo es mostrar toda la investigación que se está haciendo en Asturias, no solo en los centros de investigación, sino en muchos centros educativos que trabajan con los proyectos. Y también una parte muy importante es fomentar las vocaciones tanto científicas como tecnológicas».

Por la tarde estaba prevista la celebración de una mesa redonda sobre la Luna con la participación del primer español en viajar al espacio y ex ministro de Ciencia e Innovación, Pedro Duque, aunque al final declinó la invitación para asistir, ni siquiera por vídeo conferencia, según la organización del evento.

En medio de presentaciones, charlas y coloquios, los protagonistas de la innovación. En este caso tres ejemplos. El primero un túnel de viento en el que «utilizamos modelos a escala para estudiar, por ejemplo, el efecto de los alerones de los coches», según explicó Antonio Navarro, del departamento de Energía de la Universidad de Oviedo.

En segundo lugar, una cuna climática realizada por la Fundación Masaveu cuyo «objetivo es salvar vidas en el países subdesarrollados controlando la temperatura, la humedad y ofreciendo fototerapìa», explicó Jesús Hortal.

Y en último lugar, la empresa 'The next Pangea', una derivada de Arcelor en la que se ofrecen soluciones innovadoras a los problemas con los que se encuentran las empresas y «en la práctica sirven para detectar, por ejemplo, al listeria en la industria agroalimentaria o experimentar con recubrimiento a base de grafeno para lograr altas temperaturas según la necesidad del cliente», señaló Nerea Borja.