De la estirpe de los guardianes del sueño
Empático. Impaciente, deportista, asesor financiero, lector ávido de periódicos y capitán de yate . Carga sobre sus hombros y los de su hermano la herencia de un negocio más que centenario que abrió su bisabuelo, José Delgado en 1903 en la calle Fruela, 'Tejidos El Mundo'
Se declara muy oviedista y muy cazorlista e incluso se puede decir que maneja una sonrisa pícara que tiene cierta semejanza con la del de Llanera. Ha tenido bares de copas, en uno de ellos conoció a su mujer, es capitán de yate, muy deportista, duerme la siesta de «no más de 20 minutos entre el principio y el fin del informativo de la tele», asesora a un fondo de inversión, se levanta temprano «siempre sin despertador» y se lee, y ya son ganas, seis periódicos al día. Seguramente alguno de ellos en diagonal. Es de la liga antitabaco porque «de niños de vacaciones íbamos a Benidorm de vacaciones con mis padres que los dos fumaban negro y entre el calor y respirando aquel humo» se transformó en defensor del aire limpio.
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Jorge Delgado Alonso-Fueyo (Oviedo, 1974) es junto a su hermano Alberto, su amigo del alma, el propietario de Telas El Mundo, en la calle del Rosal, uno de los míticos lugares en los que todas las madres han comprado buenas sábanas de algodón para disfrutar del sueño. En cierta medida se le puede considerar como el guardián del sueño de los ovetenses. Edredones, sábanas, mantas, alfombras...
Nació en el Sanatorio Blanco en manos de su tío que era ginecólogo y rápidamente se lo llevaron a la calle de Fruela donde «mi bisabuelo, José Delgado, había fundado la tienda y 'Al Pelayo' en 1903».
Estudió en el colegio Palacio de Granda. «Entré con dos años y salí con 18 con todo aprobado y la Selectividad hecha».
De su infancia recuerda la barandilla de madera «de la escalera de casa y descargar camiones de edredones para apilarlos y luego tirarnos encima mi hermano Alberto y yo».
Todavía joven conoció a Elena, «la hija del estanquero», y tras tres años de noviazgo se casaron. De ahí sus hijos Óscar y Claudia.
Empezó Económicas al dejar el colegio pero «tras seis meses lo tuve que dejar para ayudar en la tienda porque la cosa se había puesto complicada». Aún así fue economista autodidacta, tanto es así que a día de hoy asesora a un fondo de inversión, 'Fenix Global Multiassets' que mueve unos 11 millones de euros. Si tiene que dar un consejo para invertir, no duda: «Invertir en mercados financieros a largo plazo, empresas de calidad... y las sábanas de algodón».
Asesor financiero, capitán de yate marido, padre y deportista. «Me encanta hacer deporte al aire libre y como soy impaciente no consigo que me guste la cocina más allá de un par de paellas o los chuletones a la parrilla».
Del deporte todo lo que sea al aire libre porque aunque va al gimnasio todos los días, así se le ve de sano, lo que le apasiona es «mucha bicicleta, la montaña, el esquí y todo lo relacionado con el mar». Le gusta salir a cenar con los amigos «que los tengo muchos y buenos» y «no perdono un viaje».
Jorge Delgado es muy de Julio Iglesias, «hasta el punto que el vals de mi boda lo rompió la canción 'Quijote'». Sonríe mucho, y suena cercano. Es la referencia con su hermano de una estirpe de comerciantes con más de un siglo de antigüedad. Cómo pasa el tiempo.
