La familia de David Carragal pide 16 años de prisión para el acusado de su muerte

16 años de prisión por un delito de asesinato. Esta es la pena de cárcel que la acusación particular, ejercida por Ángel Bernal, pide contra el único encarcelado por la muerte de David Carragal, el profesor pixueto que falleció en junio de 2019, tras recibir una patada en la cabeza cuando regresaba de las fiestas de La Florida. Son cinco más que los solicitados por la Fiscalía, que califica los hechos como homicidio. La defensa, por su parte, ejercida por Gabriel Cueto, califica lo ocurrido aquella madrugada como un homicidio imprudente que conllevaría un máximo cuatro años de cárcel para Jorge Cue, el llanisco en prisión preventiva desde junio por la agresión.

La diferencia entre las calificaciones se debe al diferente relato de los hechos que defienden las partes. El abogado de la familia de la víctima narra que fue la patada que le propinó el acusado la que le rompió al cráneo. La fuerza que utilizó el presunto agresor, jugador de fútbol y una persona «muy violenta», hizo que el joven profesor quedase inconsciente al momento. Justo antes de caer al suelo.

La defensa y la Fiscalía defienden, sin embargo, que esta no fue la causa directa de la muerte. Fue el golpe contra la acera al caer tras la patada, lo que provocó las heridas de mayor gravedad, que causaron la muerte de Carragal días después en el HUCA. Lo que no está en discusión es que los tres investigados -el presunto autor de la patada y dos amigos- huyeron del lugar tras la agresión y ello a pesar de que uno de ellos es estudiante de Auxiliar de Enfermería. Lo que implicaría un delito de omisión del deber de socorro.

Se fueron, según la acusación particular, a tomar copas por el Antiguo y no se presentaron ante la Policía Nacional hasta una semana después de los hechos. David para entonces ya había fallecido en el HUCA al no superar las lesiones sufridas y a pesar de ser intervenido quirúrgicamente.

La razón porque la que no se personaron antes, según su abogado defensor, es que no fueron conscientes de su implicación en la agresión. Esa noche, sostiene, hubo más altercados y en un principio se hablaba que fueron «seis» las personas que agredieron a Carragal. Cuando empezaron a sospechar de que se trataba de ellos, acudieron a comisaría y colaboraron con la justicia.

Aquí surge una nueva discrepancia. Bernal alega que los investigados «nunca» reconocieron los hechos y trataron de «justificar la agresión», diciendo que la víctima les había «amenazado con rajarles» y agredirles. Además, añade, intentaron negar la «existencia de la brutal patada en la cabeza» diciendo que la intención era empujarlo.

David, según el abogado de su familia, en ningún momento fue consciente de que le iban a agredir. El acusado de su muerte se situó de tal forma que su víctima no pudiera «reaccionar ni defenderse». «Mientras Carragal miraba hacia los otros dos chicos, su agresor se puso en posición como para golpear un balón y con la pierna izquierda lanzó una patada con enorme potencia a la cabeza».

Ahora serán los tribunales quienes dictaminen cómo ocurrieron los hechos que conmocionaron la ciudad hace un año. El juicio por el momento no tiene fecha, pero será con jurado popular.