Las familias temen la división de alumnos en el colegio de Latores
El centro de Montecerrao tendrá 240 plazas, pero el AMPA considera que no será suficiente para cuando se inauguren las instalaciones, en tres años
240 plazas tendrá el nuevo colegio de Educación Especial que se construirá en Montecerrao y se espera que esté listo a finales de 2026. La intención de la Consejería de Educación, en manos de Lydia Espina, es que los trabajos comiencen en diciembre y, ayer, el director general de Infraestructuras y Tecnologías Educativas, Julio Vallaure, explicó los pormenores de la obra a la AMPA presidida por José Manuel de la Grana a lo largo de una reunión celebrada por la mañana en la sede de la plaza de España.
A pesar de todos los detalles, las familias todavía tienen dudas y una de las principales es sobre el aforo del nuevo centro. Detalla Grana que la matriculación de las instalaciones de Latores está limitada a doscientos alumnos ante la falta de espacio y el resto son derivados a Aspace. «Además, habrá un crecimiento mínimo de un diez o un quince por ciento de usuarios y la cifra que nos da es superior a la capacidad del las nuevas instalaciones».
Es por ello que temen que los alumnos sean divididos. «Puede que algunas etapas educativas se queden en Latores y otras vayan a Montecerrao». Pero para cumplir esta idea, las actuales instalaciones necesitan de una reforma en profundidad. No basta con acometer los trabajos ya anunciados, sino que se necesitan obras de «mayor calador» para que las instalaciones estén en un estado óptimo, según esgrimió el presidente de la AMPA.
Otro de los interrogantes pasa por si la consejería les dará los 11.200 euros que las familias invirtieron el año pasado para mejorar la piscina. Si las obras no se realizaban de forma urgente, temían que fuese clausurada. «Esta extraescolar es una de las que más éxito tiene, pero estaba totalmente oxidada. Tenemos imágenes de cuando cayeron trozos de pintura del techo al agua y nosotros acometimos la reforma».
Todas las paredes y techos se pintaron, se cambiaron las luminarias gracias a la ayuda de un costoso andamio y se acometieron otras mejoras para que los usuarios pudiesen disfrutar de las instalaciones. «Los trabajos nos los hizo una empresa casi por debajo del precio de coste y creemos que deben de ser sufragadas por la Consejería».
Interrogantes que ayer no obtuvieron respuesta porque han de ser respondidos por Centros. Ayer, los datos que obtuvieron fueron las prestaciones del nuevo colegio, que dispondrá de 57 aulas flexibles de múltiples tamaños, junto a otras tres específicas. También contará con 14 aseos adaptados, un salón de actos para 215 asistentes, patios cubiertos y descubiertos, una pista polideportiva, una biblioteca, un área de cocina y dos comedores.
