Los Franciscanos piden limitar el acceso rodado al Campo San Francisco y prohibir la instalación de carpas

El Campo de San Francisco se encuentra en un estado «deplorable» y, por tanto, hay que recuperarlo. Este objetivo impulsa a Los Franciscanos, la asociación creada recientemente para defender el pulmón verde de Oviedo y con más de un millar de miembros, que respalda la elaboración de un plan director para mejorar un espacio tan emblemático y que, recuerda, propusieron ellos en su presentación.

Las actuaciones se abordarán por parte del Consistorio, que contratará este año una asistencia técnica para establecer la ocupación de las zonas comunes y las pautas de la rehabilitación de varios elementos del pulmón verde. Los desperfectos del jardín histórico, enumeran Los Franciscanos, son numerosos. «El paseo de los Álamos está arruinado, el monumento a José Tartiere en estado de denuncia a Sanidad y el kiosco del Bombé a punto del colapso». También lamentan que los bordillos están «destrozados» y quieren en el reglamento de usos se especifique cuáles son los vehículos que pueden transitar por sus calles: «Solo se permitirá la circulación de los automóviles propios del mantenimiento del Campo como son jardinería, pintura, fontanería, tejados, iluminación o similares», proponen.

Rechazan en cambio el paso de camiones de «gran volumen y tonelaje» porque «hunden pavimentos, destrozan bordillos, rompen cañas y distintos elementos». El Campo, según los Franciscanos, «no es un recinto ferial». Por ello que rechazan la «instalación de carpas» y piden más seguridad en todo el entorno. Proponen desde la instalación de cámara» hasta controles mediante personal. Todo con el objetivo de que el pulmón verde recupere su brillo.